La selección argentina masculina de vóley sub 23 tuvo que viajar hasta Santiago de Chile para buscar la clasificación al torneo Pre Panamericano y vivió un episodio desagradable. La victoria terminó siendo una anécdota (Argentina se impuso por 3 a 2) porque cuando la “albiceleste” iba arriba 2-1, la hinchada anfitriona empezó a discriminar al receptor punta argentino de 19 años, Manuel Armoa, por su color de piel, pero el asunto fue peor.
La polémica también fue por la transmisión de la televisión chilena cuando el comentarista del encuentro, Patricio Osorio, justificó lo sucedido: “Uno cuando juega con público a estadio lleno tiene que estar acostumbrado a que le digan… incluso que lo pueden insultar, que el espectador le diga lo que sea. Si estuviéramos jugando en Argentina nos gritarían por todos lados”.
El capitán de la selección de Chile, Dujan Bonacci, quien además es jugador de Ciudad Vóley y subcampeón de la Liga Argentina, tomó un micrófono y empezó a callar a los agresores diciendo que no tolerarían comentarios racistas. Posteriormente, él y sus compañeros se acercaron para hablar con Armoa, el rival agredido.
Tras este hecho, Argentina jugó luego ante Perú y volvió a ganar, esta vez por 3-0. Luego del encuentro, cuando lo iban a entrevistar a Armoa, le dijeron que la Federación Chilena le daría un premio como el jugador más valioso del partido (MVP) que el argentino finalmente terminó rechazando porque adujo que no quería nada que tenga que ver con dicha federación.
Por: Rocío Bernardez, Segundo B, turno mañana