Se vive una extrema situación en Irán, ya que el gobierno iraní, junto con la televisión estatal, trató de ocultar las cifras de los fallecidos luego de seis días de protestas. Según las fuentes oficiales son 17 las personas que murieron a causa de las manifestaciones por la muerte de Mahsa Amini, la joven detenida bajo el pretexto de llevar de mal forma el hiyab (velo islámico), donde posteriormente fue asesinada a golpes por la misma policía iraní.
Una ONG elevó la cifra a 31 muertos en enfrentamientos y represiones durante las protestas. En 2019 y 2020, fueron las últimas veces que se vivió una situación con la misma gravedad, donde el número de fallecidos concluyó en 230 personas a causa de protestas por el aumento repentino de los combustibles.
El Gobierno de clérigos musulmanes no electos de Irán, intentó deslegitimar las protestas e invocó a la seguridad nacional para justificar sus acciones, argumentando que son grupos opositores instigados por países hostiles.
En el marco de la Asamblea General de la ONU, el presidente estadounidense Joe Biden, expresó su solidaridad a las “mujeres valientes” de Irán.