María Abbondanza, la mujer que salió a pasear a su perro el viernes aproximadamente a las 17:30 hs en Campana y desde lo cual no se volvió a saber de ella, fue encontrada muerta. Su hija había notado la desaparición durante la noche dando comienzo a su búsqueda al notificar a las autoridades.
La fiscal Ana Brizuela solicitó que se revisaran las cámaras cercanas a la casa de la víctima. De esta manera las autoridades lograron descubrir a la mujer ingresando en la casa de su vecino y desde entonces ya no se la vio salir.
Horas más tarde, alrededor de las 5 de la mañana, las cámaras avistaron al joven que ingresó a la casa con ella, Agustín Leonel Chiminelli de 24 años, entrando y saliendo del lugar en múltiples ocasiones mientras cargaba con bolsas.
Esto se sumó a las imágenes obtenidas de las cámaras y los rastrillajes realizados por las fuerzas policiales en las cercanías, que encontraron diversas pistas. En un tacho de basura a unas cuadras del lugar se halló una bolsa que contenía una toalla y una mancuerna ensangrentadas, mientras que en un terreno baldío cercano fueron halladas algunas prendas de la víctima con sangre y el collar de su perro.
Una vez recolectadas estas pruebas, efectivos de la policía realizaron un allanamiento en el domicilio situado en Juan Bautista Alberdi y Moreno. En el lugar fue donde finalmente se realizó el hallazgo de los restos de María Alejandra.
Las primeras pericias realizadas por las autoridades indicaron que Agustín Chiminelli la habría asesinado con una mancuerna para posteriormente, junto con la ayuda de sus padres Carlos Chiminelli, de 69 años, y Liliana Sánchez, de 64, intentar deshacerse del cuerpo, descuartizándolo e intentando quemar los restos en la parrilla de la casa. Tanto Agustín como sus padres se encuentran actualmente detenidos y han sido trasladados de la comisaría de Campana por temor a posibles incidentes frente a la comisaría.
Aún se desconoce si la víctima tenía algún vínculo con los acusados además del de vecinos, aunque se cree que María pudo tener una relación con “Chimi”, apodo por el cual se conoce a Agustín Chiminelli en el barrio.
Frente a esto toma fuerza el testimonio de una joven la cual habría tenido un vínculo amoroso con el acusado al que describió como “un psicópata manipulador disfrazado de nene bueno”. La fiscalía podría llamar a declarar a esta mujer próximamente, ya que podría reforzar el hecho de que el acusado repite conductas violentas hacia las mujeres. Así, la teoría de que el asesinato de Abbondanza fue un femicidio se hace cada vez más realista.
Ante esta situación, la agrupación Unión de Mujeres en Lucha Zárate-Campana organizó una protesta. Decenas de vecinos, amigos y familiares se movilizaron hacia la fiscalía de Campana y la comisaría, pidiendo justicia por el crimen de Abbondanza. “Nunca se vio algo así en Campana, estamos todos shockeados”, declaró una de las asistentes. “Alejandra era vecina nuestra, re querida, re joven. Ayer la estábamos buscando y hoy apareció descuartizada. Todo el mundo la conoce. Queremos justicia, que no nos maten más”, dijo una vecina durante la marcha.
Este domingo se dio a conocer el resultado preliminar de la autopsia, que confirmó que la muerte de la docente se debió a un traumatismo de cráneo provocado con un elemento contundente. El municipio de Campana emitió un comunicado el cual citaba: “Ante el aberrante crimen de María Alejandra Abbondanza que conmociona a toda nuestra comunidad, se decreta dos días de luto en acompañamiento a su familia y allegados”.
Juan Ignacio Iturbe, 2° A TT