Giuliana Salmun, a los 19 años, es delantera en Náutico Hacoaj y forma parte de un plantel de mucha experiencia como sucede con Pilar Campoy, Gisella Kañevsky y Natali Doreski, que aportan toda su jerarquía. Salmun las ve como si fueran un espejo mirando bien de quienes aprender. Por otro lado, en las Macabeadas de este año llevadas a cabo en Israel, la juvenil deportista demostró su compromiso hasta en la última jugada y que la camiseta de la selección argentina en ningún momento le pesó.
-¿Hace cuánto jugás al hockey y que es el hockey para vos?
-Juego al hockey desde mis 5 años. Para mí, este deporte es un lugar para despejarme, para compartir con mis amigas y compañeras, tener un compromiso constante y al mismo tiempo querer divertirme pero compitiendo.
-¿Cómo describirías el ambiente de las Macabeadas?
-El ambiente de las Macabeadas es muy difícil de describir. Se viven las emociones a flor de piel, se siente una unión entre tus compañeros de equipo pero también con todos los otros que van a competir por Argentina. Vivir la apertura cantando con todos los argentinos fue de las mejores experiencias que viví en mi vida. Sin duda, incomparable.
-¿Cómo es haber integrado el plantel de las Macabeadas y haber obtenido allí un gran logro?
-Haber integrado ese plantel fue muy lindo. Se formó un grupo con excelentes personas y excelentes jugadoras. La preselección fue muy dura, así que haber quedado entre las 22 fue un alivio y una gran noticia. Por suerte se nos dieron los resultados y logramos nuestro objetivo, luego de haber pasado por un proceso difícil pero hermoso.
-¿Soñaste con algún día integrar el plantel de Las Leonas y que jugadora intentas copiar del mundo?
-Yo creo que de chica, cualquiera que juega al hockey sueña con formar parte de Las Leonas. Cuando vas creciendo, te vas dando cuenta que el sacrificio que hay que hacer es muy grande y que quizá hay otras prioridades en tu vida como el estudio, por ejemplo. Ese fue mi caso, de chica obviamente que lo deseaba pero a medida que fui creciendo, fui entendiendo que a mi me encantaba el hockey pero que no le quería dedicar mi vida entera y poder dedicarle a otras cosas más. Siempre admiré mucho a Delfina Merino, delantera de Las Leonas.
-¿Cómo es jugar en Hacoaj y tener en el equipo jugadoras como Nati Doreski y Pilar Campoy hasta hace muy poquito? ¿Qué representa para vos?
-Jugar en Hacoaj es hermoso. Es mi club, es mi casa, es todo para mi. No hay nada mas lindo que cada sábado poder ponerme la camiseta de mi club y salir a defenderla. Es jugar pura y exclusivamente por los colores del Náutico. ¡Tener en la cancha al lado a jugadoras enormes, como Natali Doreski, Gisi Kañevsky, Pili Campoy y un par más, es excepcional! Nunca dejas de aprender con ellas, siempre se buscan un segundo para ayudarte a mejorar hasta en el mínimo detalle. Es muy lindo admirarlas y que quieran ayudarte a que te conviertas en una mejor jugadora, desde lo deportivo hasta lo humano.
-¿Cómo es un día normal de una jugadora de hockey no profesional?
-Un día normal para mí arranca bien temprano para ir a cursar y más tarde arrancar a prepararme para ir a entrenar. Entrenamos en Tigre así que salimos bastante temprano, para llegar ahí a las 20 y terminar alrededor de las 23. Los sábados nos gusta levantarnos temprano e ir a ver a las menores y alentar al Náutico.
-¿Creés que el hockey femenino tuvo un importante crecimiento en estos últimos tiempos?
-Sí, el hockey tuvo un crecimiento exponencial estos años. Se perfeccionó muchísimo, con las canchas de agua es todo mucho más físico, parece otro deporte en relación a los años anteriores.
-¿Te hubiera gustado practicar otro deporte? ¿Por qué?
-De chica hice tenis unos años a la par del hockey hasta que me coincidían los horarios y tuve que dejar la raqueta. La realidad es que siempre ví a mi mamá jugar al hockey así que nunca quise hacer otro deporte, siempre fui directo al hockey y no me arrepiento para nada.
– ¿Cómo nació tu afinidad por el hockey?
-Bueno algo ya adelanté en la pregunta anterior, pero mi afinidad nació viendo a mi mamá jugar. Siempre la acompañaba a los partidos sea donde sea. De chica además, entré a la escuelita con mis amigas así que lo disfruté mucho y nunca tuve motivo para dejarlo.
Autor: Elian Golberg, 2ºB, turno mañana