A pesar de estar retirado hace unos años, Emanuel Ginóbili sigue sumando logros y posicionándose como uno de los mejores deportistas argentinos de la historia. El más reciente logro es haber ingresado al Salón de la Fama de la NBA en reconocimiento a sus enormes hazañas. Como si fuera poco, es el primer argentino en obtener este mérito.
Debutó en la Liga Nacional de la mano de Oscar «Huevo» Sánchez en la temporada 1995/96 cuando jugó para Andino de La Rioja. Estuvo solamente una temporada y fue elegido como el mejor debutante de esa Liga. Para el siguiente año volvió a su Bahía Blanca natal y se puso la camiseta de Estudiantes.
El salto a Europa lo pegó en 1998 cuando aceptó una oferta de Reggio Calabria, un equipo histórico de Italia que en ese momento jugaba la A2. Allí, firmó un contrato por tres temporadas, en la primera consiguió el ascenso y fue elegido por San Antonio Spurs en el draft de la NBA, pero prefirieron que siga en Europa para ver su desarrollo. Para la segunda temporada se destaca en el equipo y comenzó a llamar la atención del Kinder Bologna quien lo terminó fichando. Con el equipo de Italia logró ganar el título europeo y también la Triple Corona en 2001 (Euroliga, Liga de Italia y Copa Italia).
Manu hizo su aterrizaje en la NBA en la temporada 2002/03, después de brillar en el Mundial de Indianápolis 2002. Mas precisamente fue elegido por los Spurs y en su primera temporada fue campeón, aunque era habitual suplente en el equipo.
Ginóbili jugó 16 temporadas en total, fue campeón en 2003, 2005 -donde estuvo a un voto de ser el MVP de la final-, 2007 y 2014. En 2013 disputó una final, pero su equipo la perdió ante Miami Heat. A nivel personal, fue elegido como el Mejor Sexto Hombre de la NBA en 2008. Además, se dio el lujo de participar dos veces en el All-Star Game: 2005 y 2011. En ambas lo eligieron los entrenadores dentro de los suplentes de la Conferencia Oeste. En el conjunto de San Antonio decidieron retirar su emblemático dorsal 20, hecho que demostró lo importante que fue en la historia del club.
Por otro lado, tiene números en los que supera a las grandes leyendas de la historia del torneo. Entre los números que lo destacan, el argentino es quien tiene el mayor porcentaje de victorias en la historia de la NBA entre los jugadores con por lo menos 1.000 partidos de fase regular: 72.1%. Tiene otros récords históricos en playoffs: es el suplente líder en puntos, rebotes, asistencias, robos, dobles, triples y libres.
También puede presumir en ser junto al estadounidense Bill Bradley los únicos dos jugadores de la historia que ganaron un título en la NBA, la Euroliga y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos. Mientras que lo que tiene en común con Michael Jordan, Scottie Pippen y LeBron James es que son los únicos cuatro jugadores en ganar un anillo de la NBA y un oro olímpico en la misma temporada.
El último gran logro fue ingresar en el Salón de la fama junto a otras 13 personas y ser el primer argentino en lograrlo. Al bahiense se lo notó muy emocionado por el ingreso, pero aún más por la ausencia de sus padres quienes no pudieron presenciar un momento tan especial. «Papá, cómo me hubiese gustado que estuvieras acá, poderte tenerte en lo que está pasando hoy, mi primer fiel seguidor, te extraño mucho, viejito», fueron sus palabras.
Para finalizar, hizo una reflexión de lo que fue su exitosa carrera y como pudo nuclear el éxito a nivel club y a nivel selección: «Lo más increíble es que, al mismo tiempo que estaba con los Spurs, tuve una fantástica carrera con mi selección (Argentina), igual de divertida y exitosa. Siempre lo hicimos todo como equipo. Aprecio cómo estuvimos tanto tiempo juntos, los títulos, las charlas, los desayunos. Eso es más que amistad, eso es hermandad. Ojalá tengamos más aventuras fuera de la cancha«.
Sin dudas, la carrera de Manu Ginóbili es el reflejo del talento, pero también del esfuerzo y la constancia. Sus logros no hubieran podido ser posibles sin el empeño que lo caracterizó y que demostró siempre que le tocó ingresar a una cancha.
Martín Rubino, 2º b, Turno mañana.