Casi dos semanas después del atentado ocurrido en su departamento de Recoleta, la gobernante rompió el silencio y en presencia de curas, hermanas y laicas, otorgó un discurso al que dio inicio con el agradeciendo a sus deidades y reflexionó: “Estoy viva por Dios y por la Virgen”. Aquella causa tiene cómo acusado principal a Fernando Sabag Montiel, quién permanece detenido con su pareja Brenda Uliarte, calificada como incentivadora para realizar el ataque. “Yo siento que la recuperación de la democracia no fue solo volver a votar, yo entiendo que recuperar la democracia fue recuperar la vida y la racionalidad de que podamos discutir política, erradicando la violencia y la verdad que lo que pasó el otro día no fue algo más. Fue una ruptura de eso que tenemos que volver a reconstruir urgentemente”, advirtió en una de sus líneas cuando se refirió al tema.
Fue finalmente este martes que la ex presidenta hizo presente la solicitud querellante. Dicho término, utilícese para abrir una causa penal que requiere investigación y juzgamiento, en razón del derecho que le otorga el artículo 82 del Código Procesal Penal, siendo este pedido de afección a todos los detenidos de actualidad y a posibles futuros. Por lo que también obtuvo su peso en la detención de Agustina Díaz, amiga de Uliarte y tercera imputada que fue detenida por ser cómplice y ‘conocedora’ de los planes que tenía la pareja. Aunque todavía la justicia continúa corroborando la existencia de otras posibles conexiones a través de sus dispositivos móviles, como la reciente vinculación con la «banda del copito»
Este escrito fue firmado por la representada y por sus abogados: José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal, con un pedido de urgencia para acceder al expediente que se encuentra bajo secreto de sumario y ya ha sido presentado ante la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal principal: Carlos Rívolo. “Ejerceré los derechos que me corresponden como acusadora privada respecto de toda otra persona cuya responsabilidad surja de la investigación”, afirmó Cristina. Asimismo, adelantó que “cuando lo considere oportuno” también accionará civilmente con la representación de Gregorio Dalbón.
Esta acción legal fue una de las primeras actividades oficiales de las que participó CFK. Ya que luego de una primer semana con reuniones privadas por una cuestión de seguridad, se hizo presente ante un público intimo pero de mayor amplitud. Por ello, mencionó la misa que organizó el oficialismo la semana pasada en la Basílica de Luján. Al respecto, dijo que le «hubiese gustado estar, pero iba a haber mucha seguridad» y «no quería entorpecer» la actividad.
Pero esta semana, no solo se encargó de tomar medidas sobre el acto de violencia vivido, sino que también citó en su despacho a diversas figuras legislativas, cómo: Eduardo “Wado” de Pedro; Juan Grabois; la senadora Anabel Fernández Sagasti y la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau. Sin embargo, una de las más importantes fue la presencia de Sergio Massa (recién llegado de EEUU), junto a Máximo Kirchner y el jefe del bloque de senadores del Frente de Todos, José Mayans. El motivo de reunión fue el Presupuesto 2023, dónde se contemplaron los gastos y recursos para el último año. El mismo, tras ser debatido, fue presentado este jueves por el ministro de Economía en la Cámara de Diputados. En el proyecto, se apunta a un gasto general de alrededor de unos 2.9 billones de pesos, un crecimiento del 2%, una inflación estimada del 60% y un descenso del déficit fiscal del 2,5 al 1,9%
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