Dennis Rodman, considerado por muchos el mejor «rebotero» de la historia de la NBA, estuvo rodeado de numerosas controversias durante su carrera por sus comportamientos, tanto dentro como fuera de la cancha. Cuando le tocaba jugar rendía al máximo, capturaba todos los rebotes. No por nada recibió dos veces el premio al mejor jugador defensivo de la liga estadounidense. Una vez fuera del campo de juego, su vida de excesos que incluyó fiestas, mujeres, piercings, tatuajes, alcohol, conductas agresivas y detenciones, hicieron que llegue a convertirse en uno de los deportistas más mediáticos de todos los tiempos.
Debutó en Detroit Pistons en 1986 y se retiró jugando para los Dallas Mavericks en 2000. En el medio, tuvo su paso por San Antonio Spurs, Chicago Bulls y Los Angeles Lakers. En los Pistons consiguió dos títulos (1988-89 y 1989-90). Sin embargo, una vez que fichó por los Bulls y formó el “Big Three” (tres grandes) junto a Michael Jordan y Scottie Pippen, mostró la habilidad que tenía para jugar al básquet. Este plantel, colmado de estrellas, consiguió tres títulos (1995-96, 1996-97 y 1997-98) y arrasó con su juego en aquel momento en la NBA, a tal punto que quedaron como uno de los mejores equipos de la historia de este deporte.
De esa época, Rodman recuerda cómo era jugar con dos figuras del básquet: «Michael era el anotador, Scottie era Robin y yo era el tipo que recogía la basura. Nos complementábamos muy bien en la cancha». A pesar de ello, no todo era color rosa. Jordan y Pippen tuvieron que padecer los problemas en los que se involucraba su compañero, principalmente el escándalo que protagonizó antes de que Chicago conquiste el tricampeonato.
En 1997, durante la temporada regular, y ante la ausencia de Pippen en los primeros 35 partidos por lesión, Rodman y Jordan unieron fuerzas para conformar un dúo y poder sacar al equipo adelante. No obstante, una vez que se concretó el regreso de Pippen, ocurrió un hecho insólito que así recuerda Jordan: “Dennis quería tomarse unas vacaciones. Fui a entrenar, Phil me dijo: ‘Dennis quiere decirte algo’. Luego Dennis dijo: ‘Necesito vacaciones’. Miré a Phil y respondí: ‘¿Qué quieres decir?’. Él respondió: ‘Necesita unas vacaciones, tiempo para salir’. Le dije: ‘Phil, si alguien necesita unas vacaciones, soy yo'». «Miramos a Dennis: ‘¿Qué vas a hacer?’. Él dijo: ‘Necesito ir a Las Vegas’. Le dije a Phil: ‘Si lo dejas ir de vacaciones, no lo volveremos a ver’. Dennis, ¿pueden ser tus vacaciones 48 horas? Dennis respondió: ‘No tengo otra opción, acepto lo que sea necesario, tomaré 48 horas’. «Miré a Phil y le dije: ‘No volverá en 48 horas”.
Jordan tenía razón, Rodman no volvió. El descanso para desconectarse de 48 horas se transformó en uno de 88 horas, lo que lo llevó a perderse casi una semana de juegos entre el 19 y el 25 de enero. La aventura de cuatro días claramente no la pasó solo, sino que estuvo acompañado por su novia Carmen Electra, una actriz y modelo estadounidense que hizo apariciones en la revista Playboy y en la película Baywatch. Una vez que el tiempo estipulado finalizó, fue Jordan el encargado de ir a buscar a su excéntrico compañero de equipo.
Esta anécdota memorable que fue parte de “The last dance”, documental que cuenta la época gloriosa de los Bulls, tendrá su propio film. Si bien no hay precisiones sobre cuándo se estrenará, Nathan Kahane, presidente del Motion Picture Group de Lionsgate, estudio que se encargará de la filmación, se expresó en cuanto a los hechos que se conocen del viaje, y agregó lo siguiente: “Eso no es ni la mitad de lo que es. Esta película te lleva a un viaje inolvidable con el mito, la leyenda y también el hombre que es Dennis, detrás de todo lo que crees que sabes. Su carrera y vida asombrosa harán que sea una película hilarante pero completamente humana y emocional”.
Martina De Sosa 2B Turno mañana