El alemán Philipp Kohlschreiber, a los 38 años, había anunciado tras perder en la primera ronda del ATP 250 de Múnich que podría haber sido su último partido en ese torneo, y señaló que tenía planeado jugar hasta el tercer Grand Slam del año, Wimbledon, y que allí iba a decidir su futuro. Pero finalmente anticipó su despedida de los courts.
Debido a su ranking actual, en el que está en la ubicación 230, tuvo que disputar la clasificación para entrar al cuadro principal de Wimbledon. Pero luego de vencer en la primera ronda al francés Gregorie Barrere (185°) y en la rueda de prensa post partido declaró que tenía decidido no continuar en el tenis. «Ha sido una carrera estupenda y maravillosa. Será mi último torneo. Estoy contento de tener un partido más aquí y quizás llegue al cuadro principal», afirmó.
En el partido por la segunda ronda clasificatoria perdió ante el kazajo Mikhail Kukushkin por 7/6, 3/6 y 4/6, en lo que fue un partido deslucido, marcando su adiós anticipado de las canchas.
El paso del tiempo les llega a todos, y esta vez fue el turno de Kohlschreiber, concluyendo así el ciclo de uno de esos jugadores que, si bien no ha tenido un paso destacado por el circuito, dejó su huella en el corazón de todos los seguidores del deporte con partidos y puntos memorables.
Kohlschreiber comentó que aún no tiene pensado que hará tras su despedida del circuito. «Quiero retirarme y entonces será un momento especial de alguna manera, seguro. Soy más bien un tipo tranquilo y no quería decir que sería mi última temporada», dijo.
La carrera del alemán durante todos estos años en el circuito ATP estuvo marcada por su regularidad, o más bien, su falta de esta. Está claro que el nacido en Augsburgo tenia las cualidades para llegar lejos y dar mucho de sí, habiendo sido capaz de tumbar a grandes del deporte como Novak Djokovic, a quien venció en Roland Garros 2009 e Indian Wells en 2019, o al mismísimo Rafael Nadal, en Halle 2012. Pero también dejando en el camino derrotas inesperadas ante jugadores de menor nivel.
Este nivel enormemente cambiante le imposibilitó destacarse como uno de los mejores jugadores del mundo en lo que al ranking respecta, habiendo llegado hasta el puesto número 16 a mediados de 2012. Si bien técnicamente era uno de los jugadores más dominantes en las diferentes etapas de juego, la falta de concentración afectó gravemente el potencial y la clase que posee.
Durante sus 21 años de carrera como profesional, el alemán levantó ocho títulos ATP, 3 de ellos en Múnich en 2007, 2012 y 2016, siendo este su torneo predilecto y donde anunció sus intenciones de retirarse en principio. El resto de sus títulos llegaron en Kitzbühel 2015 y 2017, Dusseldorf 2014, Auckland 2008 y el más importante de todos, el ATP 500 de Halle en 2011, donde venció a Philipp Petzschner en la final.
Respecto al ranking durante estos años se mantuvo en el top 30 durante la mayor parte de su carrera, siendo el puesto número 16 el más alto al que llegó en julio de 2012, aunque en tiempos recientes acabo cayendo del ranking.
Sobre sus actuaciones en los torneos Grand Slam es destacable su regularidad, logrando mantenerse firme hasta la segunda semana en todas sus participaciones, llegando en su mejor actuación hasta los cuartos de final en Wimbledon 2012.
En Copa Davis, fue de los jugadores más importantes de Alemania, participando de 23 series eliminatorias entre 2007 y 2021, finalizando con un balance positivo a favor de 20 triunfos y 14 derrotas.
De esta manera, se despide una leyenda alemana, que dejó una marca en el corazón de todos los amantes del buen tenis.
Juan Ignacio Iturbe, 2do «A» Turno tarde