Mucho se ha hablado del impacto que tuvo, y sigue teniendo, la guerra entre Rusia y Ucrania en el precio de los alimentos. El conflicto bélico provocó una estampida de los valores de los commodities y ello generó, no sólo en la Argentina sino a nivel mundial, un fuerte impacto inflacionario. A raíz de ello, un deterioro de los indicadores sociales como la pobreza y la indigencia. En el caso local, esta situación externa chocó con un contexto interno de debilidad económica y política que, sumado a la recuperación postpandemia, ya estaba recalentando los precios desde el año pasado. Es por eso que los pronósticos de inflación para el 2022 son cada vez menos alentadores y llegan, en el mejor de los escenarios, al 70%.
En cuanto al mes anterior, la inflación de abril fue del 6% con respecto a marzo, pero alcanzó el 58% frente al mismo mes del año pasado. El dato del primer cuatrimestre es de un acumulado del 23%. En el caso de los alimentos, si bien en la comparación mensual estuvieron apenas por debajo del promedio del IPC (5,9%), en el año treparon 62,1%, según reflejó el propio INDEC.
Camilo De Michelis – 2°B Turno Tarde