Fue una noche perfecta para Tyson Fury. El boxeador de 33 años, fue aclamado por más de 94 mil personas tras ofrecer un verdadero espectáculo cerrando la noche con un KO técnico ante un durísimo rival como Dillian Whyte. Ambos son considerados los reyes de los pesos pesados pero la corona podía ser sólo para uno de ellos.
Cuando sonó la campana que dio el inicio a la contienda, Fury comenzó a pelear con una táctica totalmente inesperada por todos, con la zurda con un objetivo claro, confundir a su rival.
Para el segundo round, Fury continuó con su táctica, la cual no fue muy eficaz, pero bastó para comenzar a dominar lentamente el desarrollo. Ya hacia la mitad de ese round volvió a su posición natural para comenzar a demostrar su potencia y efectuar golpes más certeros.
Una vez comenzado el tercer round, Whyte comenzó a demostrar que él también es un campeón por naturaleza por lo que comenzó con golpes correctos al hígado del «Rey de Los Gitanos» (así se apoda Fury). Hasta había risas de por medio, no se sabe si eran por los nervios o porque ambos tenían miedo de lo que podía llegar a ocurrir. Finalizando el round, Fury cortó a Whyte en su ceja derecha, pero según Dillian, esto fue producto de un golpe fuera de la reglamentación.
En el cuarto round todo comenzó lentamente, pareciera que se estaban estudiando por segunda vez, no había golpes efectivos por ningún lado. Parecía que solo caminaban esperando que el round finalice, en el minuto 1:50 uno de los entrenadores de Fury arrojó agua hacia el ring para que el boxeador reaccione.
El quinto asalto fue el que comenzó a determinar cómo iba a finalizar la pelea. Whyte comenzó a conectar golpes en el sector inferior izquierdo de Fury acusó recibo y comenzó a tomar distancia aplicando jabs, que fueron eficaces para lastimar al rival.
La pelea solo se pudo llevar a cabo hasta la mitad, ya que en el sexto round el campeón lanzó su golpe estrella, el famoso uppercut, un golpe que nace desde la cintura y toma altura para impactar de lleno en la mandíbula. Whyte al recibir este golpe cayó de inmediato al suelo y se quedó allí por 3 segundos, de repente comenzó a levantarse y entre gritos, cánticos e insultos parecía que iba a poder continuar con la pelea, pero su gran enemigo esa noche no fue Fury, si no sus piernas que le fallaron por completo y por ese motivo el referí marcó un nocaut técnico al minuto 2:49 de este sexto y último round.
Se habían hablado muchas cosas antes de la pelea, por ejemplo, el tema principal era la desventaja que tenía Whyte (que pesó 112 kilogramos) debido al tamaño y obviamente los alcances superiores que Fury (120 kg), que claramente quedaron evidenciados durante todo el transcurso de la pelea.
¿Habrá sido esta la última pelea del campeón? Muchos medios lo afirman y Fury de hecho también lo había comentado, pero sus fanáticos no quieren esto debido a que puede dar mucho más y puede seguir siendo el campeón de peso pesado al menos por un año más. Luego del combate declaró: “Le prometí a mi esposa que después de las tres peleas de Wilder iba a terminar. Quería pelear en casa, se lo debía a los fanáticos. Creo que esto es todo para mí, creo que es mi última pelea”.
Luego del combate le preguntaron al campeón sobre el referí quien tuvo un par de polémicas cuando no sancionó un supuesto cabezazo suyo. “Era solo cuestión de tiempo, después de trabajar su cuerpo, el golpe iba a llegar al momento indicado y finalmente lo hizo en la quijada”, explicó. “El réferi se merece mucho crédito por esta pelea esta noche porque manejó las cosas correctamente”, agregó.
Por más que esta haya sido la supuesta última pelea de Tyson Fury, él ya había dejado en claro que le encantaría poder enfrentarse a Francis Ngannou, un peleador de artes marciales mixtas que supo ser campeón de peso pesado más de una vez en su disciplina. Si el combate se llegara a dar, será en 2023 en la famosa ciudad de Las Vegas dentro de un ring de MMA.
Bruno Gasparovic, 2ª Turno tarde