El inspector Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial Juan José Nieva, los tres policías que trabajan para la Policía de la Ciudad acusados del homicidio doblemente agravado de Lucas González, de 17 años, jugador de la inferiores del Club Barracas Central, están siendo investigados por los fiscales a cargo de la causa, ya que los mismos sospechan que estos tres oficiales hayan plantado la réplica del arma que fue hallada en la Volkswagen Suran en la que se encontraban los menores al momento del asesinato.
Por otra parte, también enfrentarán cargos por “tentativa de homicidio doblemente agravado” de los tres adolescentes que se encontraban con la víctima al momento en el cual el vehículo fue baleado, por falsedad ideológica y por privación ilegal de la libertad de los tres menores que estuvieron un día detenidos sin haber cometido ningún delito ni justificación alguna.
Dicha investigación se encuentra bajo la responsabilidad de Leonel Gómez Barbella, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional número 32. En la investigación se calificó como ilegal el accionar de los tres policías imputados y a su vez se destacó que las versiones dadas en sus testimonios a sus colegas que eran los encargados de confeccionar el sumario inicial, faltaban a la verdad.
Hasta el momento la Justicia tiene comprobado que los policías imputados intentaron interceptar a los cuatro adolescentes que regresaban de un entrenamiento en el club Barracas Central y entonces pusieron por delante el Nissan Tiida color champagne en el que se movilizaban los policías, vestidos de civil. Los oficiales que trabajaban para la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad y operaban sin ninguna clase de identificación. Los mismos para justificar su accionar, manifestaron que el vehículo conducido por Lucas circulaba de manera “imprudente y esquiva”.
Los fiscales creen que tras ver tres hombres, vestidos de civil, que les cruzaban un auto, se bajaban del mismo e iban en dirección hacia ellos, los jóvenes sintieron temor porque podría tratarse de delincuentes, y entonces aceleraron el auto.
En ese momento, los policías que no se habían identificado aún, dispararon. Lucas recibió un disparo en la cabeza que provocó su muerte. A su vez los fiscales consideran que López, Nieva e Isassi intentaron matar a los tres adolescentes restantes que se encontraban junto a Lucas.
Con Lucas herido en su cabeza y caído contra el asiento del conductor, los fiscales confirmaron que el Suran giró a la izquierda y avanzó por la calle Luzuriaga con dirección hacia Alvarado, donde el conductor dobló nuevamente y al realizar dos cuadras se detuvo nuevamente al llegar a Perdriel, donde vieron a dos policías femeninas con uniforme de la Policía de la Ciudad y les comentaron la situación.
Según afirman los representantes del Ministerio Público, los adolescentes permanecieron diez horas en la esquina de Alvarado y Perdriel donde fueron privados ilegítimamente de su libertad a causa de las versiones falaces de los policías actualmente detenidos e investigados.
Gonzalo Pérez Mujica