Hace dos semanas la NBA comenzó una investigación sobre los Phoenix Suns y la conducta del propietario de esa franquicia, Robert Sarver, a quien se lo señala como racista, sexista y acosador sexual.
La temporada de la NBA ha comenzado de una manera muy polémica a la situación de los problemas de Ben Simmons con los Sixers y la postura de Kyrie Irving con las vacunas ahora se suma este escándalo que apunta a Robert Sarver, que es propietario de los Phoenix Suns y accionista del Real Mallorca, club de España.
El caso fue que Sarver uso un lenguaje racista, una conducta inapropiada y misógina. Supuestamente insultó y tuvo una reacción racista ante una discusión con un entrenador de raza negra.
El equipo de básquetbol no tardó en defender a su propietario y Jason Rowley , presidente de los Suns, publicó un comunicado a través de su cuenta de Twitter para expresar que las acusaciones son falsas y que están preparando una defensa.
“Tomamos en serio cualquier denuncia de racismo, sexismo o acoso de cualquier tipo, que no tiene cabida en nuestra organización y no es tolerada. Con respecto a los informes recientes sobre un próximo artículo de ESPN sobre Robert Sarver y nuestra organización, simplemente diré que somos conscientes de las acusaciones falsas que contiene y planeamos responder en consecuencia, escribió el presidente.
Sin embargo, Sarver se defendió solo. “El informe se basa en mentiras, insinuaciones y una narrativa falsa”, dijo el propietario de los Suns.
Luego, a través de abogados negó haber usado un lenguaje racista y declaró que «la palabra ´N´ (negro) nunca ha sido parte de mi vocabulario, desprecio el lenguaje que no respeta a las personas, independientemente de su raza, género, preferencia o elección. Tal lenguaje no tiene cabida en los negocios o en el hogar en lo que considero familias Suns y Mercury. Estoy orgulloso de nuestro historial de diversidad e inclusión en ambos equipos», agregó.
Muchos son los periodistas que acusan a este hombre. Fueron ellos los que publicaron e hicieron conocer tal caso.
La historia surgió de entrevistas con más de 70 empleados actuales y anteriores de los Phoenix Suns. La gran mayoría de ellos decidieron no revelar su identidad. Todos declararon que Sarver era muy racista y daba vergüenza todo lo que hacía.
Estas acusaciones de comportamiento racista le podrían costar serias consecuencias a cualquier propietario de la NBA.
Luana Scavuzzo, 2° B, turno mañana