A medida que va pasando el tiempo, la gente trata de salir de lo cotidiano y busca experiencias nuevas. Y los deportes no son la excepción. Uno de los ejemplos claros de esta modernización es lo que está sucediendo en el fútbol con respecto al Mundial cada dos años que propone la FIFA y levanta críticas por modificar lo tradicional.
Ahora bien, el tenis tampoco se queda atrás y en los últimos años se crearon diferentes certámenes para atraer al público. Esos torneos nuevos que fueron surgiendo, no solo tratan de cautivar a la gente, sino que también modifican algunas reglas tradicionales.
Un ejemplo fue el reciente Red Bull Bassline en Viena, Austria. Una de las particularidades que tuvo fue que se disputó en un solo día todos los partidos. El viernes 22 comenzó la fase de los cuartos y un rato más tarde ya se jugó la final, la cual ganó el español Carlos Alcaraz a Stefanos Tsitsipas por 7-4 y 7-5.
Sí, el marcador fue ese porque otro de los cambios que presenta es el sistema de puntuación. A diferencia de los habituales seis games por set, se juega directamente el tie-break y por eso los encuentros duran aproximadamente entre 10 y 25 minutos, lo que posibilita que haya más cotejos en el mismo día y los tenistas no estén horas en cancha. Así que cada punto vale oro y no se puede guardar energía, como si sucede en los partidos a seis juegos, que capaz se baja una marcha durante el transcurso para no llegar agotado al final.
Con respecto al tema de llegar a más gente, otra variante que tuvo esta exhibición fue la presencia de ruido durante la contienda. Muchas veces cuando se ve un partido, el umpire (árbitro) pide silencio a la afición. En este caso, no solo los espectadores generaron un ambiente diferente, sino que también hubo música para acompañar al espectáculo. Justamente los encuentros no tuvieron un juez de silla y las decisiones sobre jugadas dudosas las resolvieron entre los asistentes de línea y los propios jugadores.
Además de los finalistas, el certamen tuvo a Reilly Opelka, Cameron Norrie, Feliciano López. Cristian Garín, Jurij Rodionov y Dennis Novak. Algunos de ellos dejaron declaraciones con respecto a esta nueva modalidad. “Gracias a Red Bull por tener siempre la mente abierta y hacer las cosas de manera diferente”, dijo Opelka, uno de los que habló. Otro que se expresó fue el experimentado López: “Fue un gran ambiente”.
El Red Bull Bassline se une a la lista de los torneos diferentes a los tradicionales. Uno de ellos es la Laver Cup que se disputa desde 2017 y uno de sus impulsores fue Roger Federer. Esta competición consiste en dos equipos: Europa (dirigido por Bjorn Borg) y Resto del mundo (comandado por John McEnroe). Ambos elencos están conformados por seis tenistas, cuatro de ellos entran por su ranking ATP y los dos restantes son elegidos por los entrenadores.
A pesar de que ya es un certamen oficial en el circuito, no suma puntos para la tabla. La copa se juega en tres días, en los cuales se llevan a cabo tres partidos de single (individuales) y uno de dobles. El ganador de cada uno se lleva un punto para su conjunto la primera jornada, dos en la segunda y tres en la tercera y última.
Otra competencia que apareció fue el Ultimate Tennis Showdown, organizada por Patrick Mouratoglou. Su formato es de una liga con 10 tenistas, que se enfrentan todos contra todos. Los dos mejores pasan a las semifinales, mientras que del tercero al sexto juegan una especie de cuartos de final. Una diferencia que presenta, es que no se juega todo de corrido, sino que se disputa en cinco fines de semanas seguidos.
Su sistema de puntuación también varía, ya que cada partido se juega a cuatro cuartos de 10 minutos. El jugador que más puntos haga al finalizar ese parcial, se lo lleva y el que más cuartos gane, se queda con la victoria. Si empatan en los cuartos, se juega el quinto para desempatar y el vencedor es quien gane dos puntos seguidos. Además, los tenistas tienen la posibilidad de pedir en cuatro ocasiones que su rival saque directamente con el segundo servicio durante el cotejo. Durante los descansos, los jugadores pueden hablar con el público.
La gente va teniendo más influencia en los partidos y los tenistas lo disfrutan. ¿Podrán los torneos dejar de ser una exhibición y meterse en el circuito ATP como un certamen oficial y sumar puntos para el ranking?
Lautaro Romano