El juicio a los ocho rugbiers acusados por el asesinato del joven Fernando Báez Sosa en Villa Gesell será en enero de 2023. De esta manera, habrá que esperar más de un año para conocer la sentencia, siendo tres años después de la tragedia.
El crimen del joven se produjo entre las 4:41 y las 5 del 8 de enero de 2020, frente al boliche «LeBrique» ubicado en Avenida 3 y Paseo 102, en pleno centro de Villa Gesell. El episodio quedó registrado por las cámaras de seguridad y en los teléfonos celulares de personas presentes en la zona, por lo que los sospechosos fueron identificados y detenidos horas más tarde en la casa que alquilaban, a pocas cuadras del lugar. Los imputados son: Ayrton Viollaz, Lucas Pertossi, Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Luciano Pertossi.
La acusación que pesa sobre los ocho rugbiers es de homicidio doblemente agravado por su comisión por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio del joven que tenía entonces 18 años. Según la investigación, los ocho jóvenes «acordaron darle muerte» al joven estudiante de derecho, y para ello previamente, distribuyeron funcionalmente sus roles, luego de que minutos antes, al encontrarse en el interior del local bailable, tuvieran un altercado con él, quien se encontraba acompañado con su grupo de amigos.
Luego de su cometido, los rugbiers se dieron a la fuga del lugar, pretendiendo lograr su impunidad, habiendo sido aprehendidos por personal policial en las inmediaciones del lugar de los hechos. Tras la elevación a juicio, los ocho imputados renunciaron a la posibilidad de ser sometidos a un juicio por jurados, porque consideraron que no era posible conformar un tribunal ciudadano que no estuviera condicionado, debido a la lapidaria condena social que se instaló a través de los medios.
El miércoles pasado hubo una audiencia clave en la que todas las partes se reunieron para analizar las pruebas y los testimonios de los testigos que se presentarán y convocarán a lo largo del debate. Con esa información, podrá llevarse a cabo el juicio que se confirmó que será en enero del 2023.
El juicio comenzará el 2 de enero de 2023, se desarrollará en 22 audiencias a realizarse de lunes a viernes y contará con más de 130 testigos. Será abierto a la prensa, aunque algunas audiencias podrían cerrarse a pedido de alguna de las partes, y se llevará a cabo en la Sala de Audiencias de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de la ciudad de Dolores.
«Debe resaltarse que este tribunal no posee en el próximo año y en parte del siguiente (2023), disponibilidad en su agenda para llevar adelante un debate con la extensión del presente, al menos sin desmedro de los derechos de otras personas —en su mayoría privadas de la libertad— que esperan la realización del juicio en cada caso», se lee en la notificación.
Fernando Burlando, quien representa a los padres de Fernando Báez Sosa, afirmó que ellos están muy conformes con la fecha del juicio. «Pasamos tiempos muy duros de pandemia, la causa es muy voluminosa y hay muchísimas pruebas. Diez de las personas que estuvieron detenidas hicieron todo tipo de planteos. Quizás a ustedes les parece lejana la fecha, pero estamos muy conformes con la fecha del juicio. Hay una instrucción suplementaria que va a llevar unos cuantos meses. No nos olvidemos de que en plena pandemia no había entrevistas entre detenidos y peritos. En esta etapa previa al juicio se van a llevar a cabo estas diligencias. Fue un crimen brutal donde las prendas de seis de los detenidos estaban con sangre. Uno no tenía sangre de Fernando porque era el que filmaba, y el otro era el que evitaba que lo pudieran auxiliar sus amigos o los transeúntes. Quizás podíamos sacar algo importante, sobre todo en las comunicaciones, como en su momento sirvieron. No solamente la filmación de uno de los detenidos del propio asesinato y las comunicaciones antes y después del episodio, sino lo poco que les interesaba la vida humana, en este caso, de Fernando», sentenció el reconocido abogado.
Julián Sanguinetti, 2° B, turno mañana