Entre lunes y martes la Secretaría de Comercio Interior y las compañías de alimentos y limpieza intercambiaron opiniones y resolvieron fijar el catálogo preliminar luego difundido por el poder ejecutivo.
Establecida la cantidad de artículos de consumo masivo, que ya se ven reflejados en las góndolas de las cadenas de supermercados más importantes alrededor del país, comenzaron los controles de cumplimiento donde inspectores municipales constataron que los precios exhibidos no superen los valores máximos fijados el último miércoles.
Dichos operativos de control comenzaron en la Provincia de Buenos Aires tras 48 horas de haberse publicado en el Boletín Oficial la nueva medida. Guido Lorenzino, quien conduce la Defensoría del Pueblo Bonaerense expresó lo siguiente: “Nuestra intención es defender el bolsillo de la gente, ellos necesitan respuestas concretas e inmediatas, por lo que creemos necesario hacer un control para que esta política tenga sentido”. Los distintos jefes comunales del Frente de Todos también acompañaron a lo largo del fin de semana para verificar el cumplimiento de la medida del Gobierno nacional que regirá por 90 días.
Por su lado, el secretario de Comercio interior, Roberto Feletti, dio sus impresiones transcurridos los primeros días del nuevo esquema de precios fijados y calificó como “bueno” el nivel de adaptación. Afirmó que el inicio del plan es bueno, y está cumpliendo por el momento con las expectativas generadas. Aseguró que esta intervención tiene dos objetivos, uno de corto plazo que es bajar la fiebre, afirmando que la remarcación de octubre se volvió insostenible; y uno de largo plazo, que es asegurar una canasta básica regulada para la población argentina, con precios administrados y sin sobresaltos.
A pesar de las controversias que existieron y existen con los distintos sectores empresariales ,que desde un primer momento se opusieron o estuvieron disconformes con la medida, Feletti ha negado que en el gobierno exista “un sesgo empresarial” y dijo lo siguiente: “los empresarios tienen que ser concientes de que tiene que haber un proceso de armonía social que permita la expansión del consumo, se produzca más, se estabilicen los precios y se logre mayor oferta”.
Representantes del oficialismo han salido a respaldar públicamente la medida, reconociendo que el programa oficializado el último miércoles es el equivalente a Precios Cuidados pero más amplio y con más del doble de productos, y dejando en claro que su objetivo principal es cuidar el bolsillo de los argentinos. El gobernador de la provincia, Axel Kicillof, argumentó que el plan es perfectamente razonable y no atenta contra las ganancias de las empresas.
En cuanto al sector empresarial, si bien ha intentado conversar y colaborar con el gobierno para conseguir mejorar la iniciativa de congelamiento de precios, ha mantenido su postura opositora alegando que no son los causantes de la inflación, sino por el contrario, “somos consecuencia de la misma, debido a problemas estructurales y macroeconómicos”, expresó Daniel Funes de Rioja, presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y además número uno de la Unión Industrial Argentina.
Javier Burrai