Samoa anunció que no realizará la gira internacional que tenía prevista porque las estrictas políticas fronterizas internas no permiten que los jugadores que viven en ese país regresaran a su hogar si habían estado en otras naciones del mundo con brotes de COVID-19. Los oceánicos debían jugar contra Georgia el 6 de noviembre y posteriormente ante Uruguay y España, antes de enfrentarse a la selección británica de Barbarians en Twickenham, Reino Unido, único partido que aún sigue en pie.
En un comunicado, Lakapi Samoa sentenció que no podía garantizar la seguridad de ninguno de sus jugadores ni de la gerencia mientras estén vigentes las medidas del estado de emergencia actual de su gobierno que restringen el regreso de cualquier persona dentro de los seis meses posteriores a contraer el virus.
“Este fue un gran obstáculo para mantener seguras nuestras fronteras. Aceptamos las implicaciones y la magnitud de las consecuencias que la pandemia puede tener para con nuestro pequeño país con recursos limitados”, sentenció Faleomavaega Vincent Fepuleai, Director Ejecutivo de Lakapi Samoa. Además, aseguró que el equipo del Seven se retiró de las próximas etapas de la World Rugby Sevens Series en Dubai.
Vaovasamanaia Seilala Mapusua, head coach de Samoa, reconoció que la determinación fue decepcionante y realmente difícil para sus jugadores y fanáticos, así como para las demás federaciones involucradas. «Como entrenador, nuestro desempeño y reputación con nuestra marca se ven seriamente obstaculizados si no podemos unir a nuestro equipo», dijo Mapusua. «Sin embargo, la seguridad y el bienestar de proteger a Samoa de la pandemia variante actual de COVID-19 fue, en última instancia, la decisión correcta», cerró.
El encuentro a disputarse el 27 de noviembre en la Catedral del Rugby ante Barbarians sigue en pie. Se especula que ya se han vendido más de 30.000 entradas para ese partido, en el que se informa que la estrella australiana Quade Cooper, más los Springboks Steven Kitshoff, Frans Malherbe, Malcolm Marx y Duane Vermeulen y con Pablo Matera, de los Pumas, formarán para los Baa Baas.
Debido a que las restricciones de viajes internacionales no sólo afectan a su país, sino también a Nueva Zelanda y Australia, se espera que la formación presentada sea de jugadores y entrenadores que se desempeñen en Europa.
Otro que deberá ingeniárselas para presentar equipo será Tonga. El Ikale Tahi jugará contra Escocia en la última semana de octubre e Inglaterra, Barbarians franceses y Rumania en noviembre y los atletas que serán llamados para las citas serán los que se desempeñen en el hemisferio norte.
La situación de COVID-19 en Oceanía ha inclinado a los gobiernos a imponer fuertes limitaciones para mantener la situación bajo control. Esto ha afectado fuertemente al deporte de la zona. Sin ir más lejos, los All Blacks debieron cancelar sus encuentros pactados ante Australia y Sudáfrica en agosto de este año debido a un brote de la variante Delta.
Saliendo del entorno del rugby, otros deportes también se han visto perjudicados. Por ejemplo, los Socceroos, apodo del seleccionado de fútbol de Australia, se han visto obligados a hacer de locales en Qatar en las eliminatorias asiáticas rumbo al Mundial de 2022. Por su parte, la OFC (Confederación Oceánica de Fútbol) aún no ha podido poner en marcha sus eliminatorias por la pandemia. En hockey sobre césped, australianos y neozelandeses optaron por bajarse de las citas máximas juveniles, tanto en masculino como en femenino.
Marco Martínez, 2° B, turno mañana