El pasado 8 de agosto llegaba a su fin uno de los pasos más significativos que tuvo un jugador profesional en la elite del futbol, Lionel Messi se despidió entre lágrimas del F.C Barcelona equipo que fue su casa desde la niñez y en el cual consiguió lo necesario como para poder ser denominado el mejor jugador en la historia de la institución blaugrana.
Los malos fichajes, las malas direcciones técnicas, las polémicas del ex presidente Josep Bartomeu fueron gestando la salida del astro argentino, dejando una herida que tomara tiempo sanar, pero no solo eso, el golpe recibido después de la salida de Messi dejo en evidencia la preocupante situación que atraviesa el Barcelona tanto deportivamente como en el apartado económico.
El equipo comandado por Ronald Koeman suma 12 puntos de 21 posibles en liga, pero lo que realmente preocupa es la imagen que da el equipo dentro del campo de juego donde poco queda del Barcelona que brillo en años anteriores y sin Messi en cancha las falencias se hacen aún más evidentes por la poca capacidad resolutiva del plantel actual del conjunto catalán.
Su debut en la actual edición de la Champions League fue otro evidente reflejo de la actual situación del equipo va ultimo de su grupo y en dos encuentros disputados recibió 6 goles y no anoto ninguno, ampliamente superado por el Bayer Múnich en el Camp Nou por 3-0 mismo resultado que se dio en la derrota contra el Benfica, resultado que tiempo atrás parecía imposible. Si bien el club está apostando por jugadores de “La Masía” el curso del Barcelona parece ser descendente.
Hasta el momento el “efecto Messi” permitió ver un Barcelona a la deriva, que vive de recuerdos, mientras que su realidad es preocupante lejos de ser temidos en Europa y poder pelear contra las grandes potencias actuales, el tiempo dirá que pasara con la institución blaugrana pero los tiempos complicados que atraviesa parecen ser el comienzo de algo peor.
Agustín Martínez, 2do B TT.