Xi Jinping, el presidente de China, impuso una nueva etapa de profundas reformas económicas y sociales que lleva el lema de “prosperidad común”. Las mismas lograron en los últimos años eliminar la pobreza extrema y apunta a romper con la desigualdad social que invade el país.
El presidente chino dejó en claro que su objetivo por la prosperidad común es una previsión a largo plazo y que tendrá mayor solidez hacia el año 2035, y podrá ser visible recién en 2049, año centenario de la fundación de la República Popular China. Se destaca que las reformas no solo se enfocan en el sector económico sino que también comprenden distintos aspectos del comportamiento social.
El sector tecnológico ha sido el principal blanco de las reformas, sobre todo las fintechs de China, que engloba el sector financiero y tecnológico de dicho país. A los ojos del PCCh, estas empresas han acumulado una riqueza excesiva.
La máxima autoridad China se orienta a utilizar los impuestos y otros ingresos para aumentar la proporción de ciudadanos de renta media; también pretender engrosar los bolsillos de los más pobres y así seguir sosteniendo el avance ya realizado, pero sin ahogar a los ricos. De esta forma, China pareciera estar frente al inicio de una nueva revolución cultural.
Aldana Lamberti