Junto a su familia, Thomas Schulz abandonó Argentina por temas laborales hace seis años y medio. En primera instancia viajaron a San Pablo, Brasil. Allí se quedaron durante dos años y luego se mudaron nuevamente, pero sin salir del país: su destino fue Recife, al noreste de Brasil, donde residieron durante tres años. Un poco después, en febrero de 2020, la familia tuvo la posibilidad de viajar hacia Hamburgo, Alemania, donde se encuentra actualmente.
Uno de los hijos de Thomas, Alejo, no llegó por arte de magia al handball: primero jugó al fútbol, luego pasó a jugar al futsal donde se desempeñó como arquero y defensor, y hoy por hoy se encuentra jugando al handball. Es el sobrino de Matías Schulz, arquero de la Selección Argentina durante varias temporadas.
Pero entonces… ¿Cómo empezó a jugar al handball? “En un campus… Son como tres o cuatro días donde vas para que después, tal vez, en una semana y media o dos semanas te llamen para que hagas las pruebas. A mí me vieron que me gustaba ir al arco, justo les estaba faltando arquero y me llamaron para hacer las pruebas”, relató el joven en una entrevista con el programa televisivo «Handball de Primera».
Alejo juega en la categoría U13 del Hamburgo y pese a su juventud ya estuvo viajando dentro y fuera de Alemania. Con el club fue a Rostock, una ciudad ubicada en la costa norte y apenas a dos horas de su lugar de residencia. Además, tuvo la oportunidad de realizar una pretemporada de cuatro días en Dinamarca y la última temporada, en junio, el equipo hizo una gira de dos días en Potsdam, en la frontera de Berlín.
“¿Qué le ves de Matías? Porque es inevitable el link… estamos hablando de unos más importantes de la historia del handball argentino, le preguntaron a su papá Thomás. “Cada uno va armando su personalidad como arquero y armando su camino. Lo más importante que tiene que tener un arquero es no tenerle miedo a la pelota y Alejo no tiene ese miedo, es algo que se lo destacan mucho. A él le divierte que le peguen”, responde.
“Sé atajar muy bien con los pies porque ya de por sí en el fútbol sala atajaba mucho con los pies y ya me quedó la flexibilidad para tirarme mejor. Arriba quizás me cuesta un poco más, cuando te tiran fuerte… por la altura”, afirma el pequeño arquero del Hamburgo.
Para cerrar, el joven Schulz comenta que su sueño es poder jugar alguna vez en la Selección Mayor de Argentina: “Me encantaría jugar lo que sea, pero con Argentina”. Aún siendo chico, tiene bien claro sus deseos y, pese a vivir hace mucho tiempo en el exterior, sabe que quiere representar a nuestro país.
Lautaro Magliarella, 2° B, turno mañana