El tango es una de los más naturales y originales términos culturales del Río de la Plata. Nació de la unión entre tradiciones musicales de origen africano y de los ritmos e instrumentos tanto europeos como criollos. Es un firme testigo de la historia cultural de la región y del país. Nacido en los arrabales de la ciudad de Buenos Aires y Montevideo a fines del siglo XIX, ha recorrido largas pistas para que en septiembre de 2009 sea declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
En principio, los ritmos como el flamenco y el candombe le dieron origen a la milonga que después se convertiría en tango, utilizando sus tres instrumentos principales: piano, guitarra y bandoneón. Comenzó siendo instrumental y posteriormente se le fueron añadiendo las características y nostálgicas letras que acarician el alma.
En la actualidad, el tango de Buenos Aires es una gran parte de la identidad Argentina ya que la danza y la música representan parte importante de la historia y la cultura del país. En los bailarines se puede observar cómo utilizan su emoción para representar una pieza sensual que contiene mucha pasión y que busca transmitir una forma de expresión. Es común hoy en día, ver que se baila en todo el mundo, y que, inclusive, se realizan competencias internacionales.
En este contexto, comenzó el Mundial Tango BA. El sábado 18/9 y el domingo 19/9 de 12:30 a 16 arrancaron las rondas clasificatorias presenciales de las tradicionales categorías “Tango de Pista” y “Tango Escenario” en la Usina del Arte. Cada pareja realizó la performance una sola vez, debido al contexto de pandemia que se atraviesa.
Luego de los resultados clasificatorios, la gran final será un magnífico espectáculo, ya que se realizará en un gran escenario montado en Diagonal Norte, con el Obelisco como invitado de honor. El evento será este sábado 25/9 de 16 a 22, con 30 parejas clasificadas en “Tango de Pista”, y 15 en “Tango Escenario”. El show se podrá disfrutar y observar de forma presencial y también de manera online a través de “Vivamos Cultura”.
Muchos de los testimonios recogidos para esta nota, coinciden en conceptuar a este estilo como “la base musical y cultural” del país. Si bien en sus orígenes el tango se bailaba casi siempre en lugares de malas influencias, y se consideraba de mal gusto, con el tiempo se fue refinando y convirtiéndose en una forma de arte, principalmente con la llegada de compositores de la magnitud de Carlos Gardel y Pascual Contursi, entre tantos otros.
Con el correr de la historia, el tango toco puerta en París, Madrid y en otras ciudades significativas de Europa, lo que le fue dando importancia y categoría. Además, la manera de bailarse fue haciéndose mucho más elegante, y es hoy por hoy una de las danzas más brillantes y reconocidas a nivel mundial.
Las letras de los tangos casi siempre giran alrededor de desamor, depresión o descontento social, esto facilitó la empatía inmediata con la vida propia de las personas. El argentino que por naturaleza es apasionado, encontró la vía de comunicación perfecta para expresar y entender mejor sus sentimientos.
Se puede destacar que este estilo es una expresión cultural propiamente Argentina, pues no hay otra música, danza, poesía o canción que represente de tal manera al país. Con más de 150 años de historia y momentos inolvidables, el tango ha sido un elemento expresivo permeable a los diferentes contextos. En los últimos veinte años en torno al tango, ha habido una explosión de producciones culturales, con prácticas en espacios sociales de todo el país.
En ese contexto de diversidades y diferencias, el común denominador es la importancia del tango como cultura nacional, popular y patrimonio intocable que nos proyecta y expresa, no sólo hacia adentro, sino también al mundo entero.
Mariano Bruno