Casi 16 años pasaron para que el Buenos Aires Lawn Tennis club volviera a albergar una serie por Copa Davis. Además, el regreso vino acompañado con dos noticias más que importantes: la victoria por 4-1 contra Bielorrusia que permitió clasificarse a los Qualifiers que se disputarán en febrero de 2022 y la vuelta del público.
El primer encuentro que se jugó en la sede fue en 1933. En ese momento, Argentina venció 4-0 a Chile por la final de la zona Americana. Desde ahí, se disputaron un total de 40 series (30 triunfos y 10 caídas) hasta 2005, donde le ganaría a República Checa por 5-0 en lo que sería la última vez que se jugara en el Buenos Aires. Hasta estos días .
Halagos fue lo único que se escuchó sobre el ansiado regreso a la Catedral y dos periodistas especializados en tenis se sumaron a los elogios para la sede. “La vuelta al Buenos Aires Lawn Tennis club fue muy bien recibida, es el lugar de donde nunca debe salir, salvo que juegue Juan Martín Del Potro, por lo que la convocatoria sería mayor y convendría ir a jugar al Parque Roca”, comenzó opinando Guillermo Salatino.
En la misma línea, Pablo Amalfitano dijo que “es uno de los clubes más tradicionales del país y en el que la Copa Davis siempre estuvo arraigada”.
Desde 1892 hasta 2016, se jugó en el club el Campeonato Río de la Plata. Actualmente, el Abierto de Buenos Aires se disputa allí cada año, que tuvo a Diego Schwartzman como ganador en 2021. Los únicos torneos que son más “viejos” que los de Buenos Aires son cuatro: los Grand Slam de Wimbledon, US Open y Roland Garros, y el Master 1000 de Canadá.
El Lawn Tennis recibió a grandes tenistas a lo largo de la historia: Guillermo Vilas, Bjorn Borg, Rod Laver, Rafael Nadal, Marcelo Rios, entre otros.
También jugó en el polvo de ladrillo fue Guillermo Coria, el nuevo capitán de Argentina en la Copa Davis en reemplazo de Gastón Gaudio. El “Mago” disputó una sola serie en condición de local y fue justamente la última vez del Buenos Aires como sede en 2005.
Este retorno contó con la yapa del regreso del público (un 70% del aforo) a las tribunas. “Que haya sido con gran parte del público, alrededor de 2500 y 3000 personas durante el fin de semana, fue muy importante. Incluso hay muchas generaciones que no han visto una Copa Davis en el Buenos Aires”, dijo Amalfitano en referencia de la gente que vio el triunfo sobre Bielorrusia.
Siguiendo con el tema, Salatino dejó una propuesta para que el tenis no tenga una escala única en Buenos Aires: “Llevarlo al interior me parece justo, porque también la gente de las otras provincias tiene que tener la posibilidad de ver la Copa Davis. Como sucede con el fútbol, va a Mendoza o Santiago del Estero, y con el tenis puede pasar lo mismo, llevarlo a San Juan o Córdoba. Son cosas que vienen muy bien para la difusión del deporte”.
Por el momento, el Buenos Aires Lawn Tennis club, la Catedral del tenis, parece ser la sede preferida de los tenistas, periodistas y dirigentes. ¿Llegó para quedarse? .
Lautaro Romano