El arribo del VAR sigue sin una confirmación oficial, a pesar de que en varias oportunidades se aseguró una fecha para su implementación. A principios de 2019, Claudio Tapia, presidente de la AFA, adelantó su llegada. Por distintas razones, la posibilidad se fue diluyendo y se especula que su llegada será en 2022.
El primer obstáculo para poner en funcionamiento del videoarbitraje fue la pandemia, que retrasó la capacitación requerida por FIFA y la IFAB para los árbitros argentinos. Solucionado este inconveniente, Federico Beligoy, Director Nacional del Arbitraje, declaró que estaba todo listo para la implementación del VAR. Pero aparecieron otras dos trabas que frenaron su llegada.
Los costos de su utilización y la infraestructura volvieron a retrasar el proyecto. A la mayoría de los clubes les resulta imposible el hecho de pagar más de medio millón de pesos por partido para su utilización. A su vez, son pocos los clubes que cuentan con fibra óptica para conectar las comunicaciones desde los estadios a las oficinas centrales del Predio de Ezeiza.
La implementación del VAR en Argentina es una necesidad, teniendo en cuenta que la mayoría de las asociaciones del mundo cuentan con dicha tecnología. El fútbol nacional necesita que se concrete esa llegada para acostumbrarse a esta nueva modalidad.
El mal momento del arbitraje argentino también apura el arribo del videoarbitraje. Las polémicas decisiones arbitrales en cada fecha ponen en evidencia la difícil situación de quienes dan las órdenes en cada partido. La tecnología sería una buena herramienta para que los árbitros puedan remediar sus errores y para que haya una mayor justicia en el fútbol.
Lautaro López Rivero, 2do. B TT.