La vida útil del deportista es sabido que es corta. Ellos mismos saben que a mitad de los 30 años o un poco más, ya ven el final de sus carreras y deben dar un paso al costado.
En otras épocas, simplemente se retiraban e intentaban incursionar en el deporte que practicaron toda su carrera, pero desde hace unos años comenzó a verse una tendencia de deportistas que, o bien estudian a la par de su carrera, o al final de la misma. Algunos ejemplos de deportistas consagrados con una vasta experiencia en torneos internacionales y en la obtención de títulos son el de Paula Pareto, medalla dorada en los JJOO de Río 2016 y campeona mundial en 2015, terminó sus estudios de la carrera de medicina en 2014 y trabaja en el Hospital de San Isidro, el de Santiago Sosa, jugador del Atlanta United de Estados Unidos, estudia en la UADE para ser contador y el de Daniel Vega, histórico jugador del ascenso argentino que se recibió en cuatro carreras: contador, periodista deportivo, director técnico y mánager deportivo.
Otro dato interesante es que de los 178 atletas que participaron en los JJOO de Tokio 2020, 45 estudian o se recibieron (23 mujeres y 22 varones) en 20 universidades del país. Lo que hace que el sacrificio y esfuerzo sean el doble debido a la importancia y nivel de la competencia y a la responsabilidad de continuar con los estudios. Para que los estudiantes que practican alguna actividad deportiva puedan realizarla sin descuidar el estudio, existe un programa para los deportistas de alto rendimiento en la UBA en el que menciona la aplicación de regímenes especiales, entre otras cosas, para facilitar su formación académica.
A partir del 2020, los alumnos de la UBA que sean deportistas de alto rendimiento y miembros de delegaciones que participen en competencias, tendrán un régimen especial de cursada para poder llevar a cabo su carrera deportiva sin descuidar la formación académica.
Principalmente los deportistas que deciden dar este paso importante en sus vidas practican deportes que no tienen demasiadas perspectivas económicas a largo plazo. El objetivo pasa a ser la inserción laboral para cuando se produzca el retiro.
En España, se realizó un estudio sobre el rendimiento de los deportistas estudiantes y mostraron una seria incompatibilidad entre la vida académica y deportiva. Esto puede generar el abandono de la práctica deportiva o el abandono de los estudios. Para eso se propusieron varios cambios con respecto a los modelos académicos que llevan adelante los deportistas. Para llevar a cabo dichos cambios deben revisarse las metodologías, modelos de evaluación, la relación de los profesores con los alumnos, entre otros métodos.
En este informe, exploramos este mundo un tanto desconocido para muchos e intentaremos poner en foco el ser un buen deportista y un buen estudiante.
Por otro lado, contaremos con la voz de Rodrigo Gerhardt, jugador de básquet que hoy se encuentra libre, estudia la Licenciatura en Marketing en la Universidad Siglo 21. Participó de los Juegos Mundiales Universitarios en 2017 y 2019. En la nota nos cuenta su experiencia, lo que significa llevar adelante una carrera universitaria a la par de una carrera deportiva, entre otros temas interesantes.
Una producción especial de: Gerónimo Anker, Juan Pablo Fernández, Nicolás Fenley, Miguel Arturo Linares Huby y Raúl Dario Muñoz.