El fútbol del país está en una decadencia grande, económicamente, dirigencialmente y tácticamente. Los clubes no tienen dinero para comprar jugadores de calidad, y mucho de esto se debe a las malas dirigencias de los clubes. Esto hace que el nivel de juego sea cada vez peor y se vean partidos que, sin exagerar, son horribles.
Estos partidos malos se ven muy seguido y cada vez mas. En las 11 fechas que se jugaron del torneo hubo 49 empates en 130 partidos; o sea que el 38% de los encuentros del campeonato fueron igualdades. Para darse cuenta de que si puede ser peor, de estos 49 empates hubo 21 partidos igualados en 0, esto quiere decir que el 16% de los encuentros fueron 0-0.
Esto no mejora a medida que pasan las fechas, solo empeora más y más. En la primera fecha hubo 6 empates, casi la mitad de los partidos jugados. La segunda y la tercera tuvieron 2 igualdades cada una, dejando un buen numero. La cuarta cita tuvo 8 encuentros sin diferencias, e increíblemente no fue la peor. Tanto la quinta como la sexta tuvieron un buen pasar con 2 igualdades cada una.
A partir de la fecha 7 comienza la decadencia; la séptima tuvo 5 igualdades. La octava presento 4 empates y la novena 3 pero con la particularidad de que los 3 fueron en 0. La decima fecha fue terrorífica y dejo un total de 9 empates en 13 encuentros. La última fecha jugada hasta ahora, la decimo primera, tuvo 6 empates de los cuales 4 fueron 0-0.
Estas cifras determinan que el juego está cada vez peor en el país. Se está tornando aburrido y tedioso, siempre con una rigidez impropia del futbol local que históricamente se distinguió por ser atrevido y entretenido.