El halo no es ninguna novedad en la Fórmula 1. Su aparición en la máxima categoría del automovilismo mundial fue en el año 2016, cuando Ferrari realizó pruebas de entrenamiento con un dispositivo similar fabricado por la misma empresa. Pero un año más tarde, la FIA hizo oficial y obligatorio la utilización del mismo para la temporada 2018.
Varios pilotos de F1 fueron muy críticos con el Halo. El día en que Kimi Raikkonen puso a prueba el dispositivo, la estrella de Mercedes, Lewis Hamilton, tuvo duras mostró su descontento con el mecanismo de seguridad. “En el almuerzo vi algunas fotos, ¿Qué más puedo decir? Es el peor añadido que se ha visto en la historia de la F1. Aprecio la búsqueda de la seguridad, pero esto es la F1, y en ese sentido ahora está perfectamente bien», fueron las palabras del heptacampeón de la Fórmula 1.
Pero el último fin de semana la historia pudo jugarle en contra al piloto Británico. El GP de Monza pudo haber terminado en tragedia, luego de que los 2 líderes del torneo, Hamilton y Max Verstappen protagonizaran el incidente de la fecha. El auto del neerlandés quedó sobre el monoplaza de Mercedes, y de no ser por el halo, Lewis hubiese terminado aplastado.
Las criticas hacia el Halo
Desde su aparición, se generó un incansable debate y una campaña negativa desde las redes sociales. La intención de la FIA por aumentar la seguridad de los pilotos los había llevado por 2 caminos, el halo y el escudo, una pantalla transparente colocada desde la parte delantera del coche que protegiera la integridad del conductor, similar a la protección utilizada desde el 2019 en Indycar.
El aparato de protección fue desarrollado por el equipo Mercedes en conjunto con la Federación Internacional del Automóvil, quien investigó y testeo por años antes de aprobarlo como mecanismo de seguridad. El halo tiene como consecuencia negativas el aumento del peso total de la monoplaza, ya que el sistema expuesto está fabricado en titanio y pesa 8 kilos. A esto se le suma el soporte en el interior del chasis, lo que en total genera 20 kilogramos al peso total.
Aunque a lo largo de estos años, diversos accidentes han ocurrido, tanto en la categoría madre como en la Fórmula 2 y 3. En el año 2019, Alex Peroni tuvo un brutal accidente en la Fórmula 3, en el circuito de Monza, en el que el monoplaza salió despedido por los aires. Gracias a la implementación del halo, el piloto austríaco logró salvar su vida.
Caso similar fue el incidente de Romain Grosjean en abril de este año. El piloto de la marca estadounidense Haas, protagonizó un espectacular choque en el Gran Premio de Bahréin, cuando el francés salió despedido hacia el guardarraíl y el vehículo se incendió completamente. Grosjean pudo salir de entre las llamas y solo sufrió quemaduras leves. En gran parte, el halo impidió que las barras de contención del circuito degollaran la cabeza del conductord.
Aunque muchas fueron las críticas al principio, e incluso se trabajó en proyectos de seguridad para suplantar el halo, el tiempo le ha dado la razón al arduo trabajo de la FIA. Muchos incidentes que ocurrieron en los últimos años, como la muerte de Anthoine Hubert en la Fórmula 2, o el choque de Felipe Massa en Bélgica, podrían haberse evitado de haber estado presente el dispositivo.
Si bien el mismo director ejecutivo de Mercedes, Toto Wolf, criticó en su momento al halo y señaló su deseo de “cortarlo con una motosierra”, luego del incidente en Monza reconoció su efectividad: “El halo definitivamente salvó la vida de Hamilton”.
Cuando se trata de la seguridad, y de un aditamento que aumenta el porcentaje de supervivencia en un 17%, la estética y los gustos quedan completamente de lado. Hoy, después de 3 años de su debut en la F1, queda más en claro que el uso del halo cumple con el cometido, salvar vidas.
Baltasar Delpueche Torga 2°A T.M