El pasado domingo la Fórmula 1 vivió una de los capítulos más polémicos en la historia de la competición. Una farsa para todos los fanáticos que estuvieron delante del televisor durante cuatro 4 horas y, sobre todo, a las miles de personas que estuvieron en las gradas de Spa Francorchamps con el deseo de ver una carrera y se fueron a su casa con gusto a nada.
Ya desde el sábado en la clasificación se veían condiciones climatológicas muy complicadas. La Q3 tuvo que ser retrasada por el accidente del piloto de McLaren, Lando Norris, y también por la gran cantidad de lluvia que caía en el circuito. Pero al cabo de poco tiempo se pudo volver a correr y el sábado terminó sin mayor inconveniente.
El domingo se potenció el desastre. La largada que estaba prevista para las 15 (10 de la mañana en Argentina) se retrasó en primera instancia 30 minutos, luego de esta demora de 30 minutos los pilotos dieron “vueltas de formación” detrás del safety car hasta que la dirección de carrera decidió dar bandera roja y suspender temporalmente la salida.
Aquí comenzaron las incongruencias ya que, luego de tres largas horas, se decidió salir a “disputar la carrera” con el objetivo de correr por lo menos una hora. Esto decía la dirección de carrera, pero el verdadero objetivo no era correr, era poder hacer dos vueltas tras el safety car y así completar el mínimo que se necesita para poder repartir el 50% de los puntos y contar esto como un “Gran Premio”.
De esta manera lograron excusarse para no devolver el dinero de las entradas a los miles de fanáticos que fueron al circuito alegando que sí hubo “Gran Premio”.
La reacción de varios pilotos no tardó en llegar.
Lewis Hamilton se mostró sumamente crítico con la Fórmula 1 y su forma de llevar el asunto: “Bueno, el dinero manda. Dimos dos vueltas para completar la carrera, todo pensando en el dinero, de esta forma todos reciben su dinero y creo que los aficionados deberían recuperar el suyo también, porque desafortunadamente no pudieron ver la carrera que vinieron a ver y por la que pagaron”.
Carlos Sáinz, piloto de Ferrari también se pronunció al respecto de la entrega de puntos: «repartir puntos con una carrera que no ha habido, me parece mal, creo que no se debería hacer, porque básicamente no has competido, por qué repartes puntos y por qué hay un resultado en una carrera que no ha existido. Para mí se debería tachar e ir a la próxima. Creo que yo acabo décimo, pero digamos que es un medio punto que no me entusiasma. Creo que es un medio punto que no me merezco, porque no he corrido la carrera, así de simple. Igual que creo que nadie se merece puntos por correr una carrera que no que se ha corrido».
En el horizonte viene Zandvoort, un circuito donde no se corre hace 36 años, y donde la Fórmula 1 espera pasar página de lo que prometía ser una de las carreras más apasionantes de este año y que terminó siendo una de las mayores catástrofes de la historia moderna de los deportes de motor.
Por Nahuel De Giuli