El automovilismo argentino está de luto, ya que el 7 de julio de 2021 se confirmó el fallecimiento de Carlos Reutemann, ex piloto de Fórmula 1 y senador por la provincia de Santa Fe, a sus 79 años.
Según pudieron averiguar diferentes medios nacionales, Carlos Alberto Reutemann, también conocido como “Lole”, había sido internado por una hemorragia digestiva el 5 de mayo. Recibió el alta médica el 21 de ese mes pero nueve días después volvió a ser trasladado al Sanatorio de Santa Fe por un cuadro de anemia. Permaneció en una sala común hasta el 21 de junio, cuando sufrió un deterioro en su salud con fiebre y empeoramiento de su función renal, y fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos.
Su cuadro era complicado por sus antecedentes, ya que en 2016 fue operado en los Estados Unidos por una afección biliar, por su edad y por la cantidad de medicamentos que debía tomar. En el medio de este proceso fue trasladado a otro centro en Rosario para hacerle unos estudios, pero luego, cuando volvió a ser internado, regresó al Sanatorio de Santa Fe porque ahí trabaja su médico de cabecera.
El 24 de junio fue la última vez que se publicó un parte médico, y este miércoles 7 de julio, Cora (una de sus hijas) informó en su cuenta de Twitter el deceso de su padre: “Papá se fue en paz y dignidad después de luchar como un campeón con un corazón noble y fuerte que lo acompañó hasta el final. Siento orgullo y bendición por el padre que tuve. Sé que me acompañará todos los días de mi vida hasta que nos volvamos a encontrar en la casa del Señor.”
Ese mismo día, se realizó una ceremonia íntima en una sala velatoria del microcentro de la capital provincial y el sepelio se dio en un cementerio privado.
Reutemann tuvo un desempeño destacado en la Fórmula 1. La primera carrera oficial de Lole en la máxima categoría fue en 1972 con un Brabham, cuando llegó a la meta en séptimo lugar. Durante la década que compitió fue piloto de Ferrari, Lotus y Williams. Con esta última escudería llegó su mayor triunfo deportivo, en 1981, pero también importantes cortocircuitos. Era el segundo piloto, por detrás de Alan Jones, pero decidió pelear por el título y desobedecer las órdenes que le daban para dejarse superar por él. Llegó a rozar lo más alto del podio, que al final fue para el brasileño Nelson Piquet por un punto. Ganó 12 de los 144 grandes premios que disputó y quedó tercero en 1975, 1978 y 1980. En total, logró 12 victorias, 45 podios y 6 pole position.
En 1981, se vivió uno de los momentos mas recordados en la carrera de Lole como corredor, que quedará en la memoria de todos, en el Gran Premio de Brasil, en el circuito de Jacarepaguá de Río de Janeiro. Era un domingo lluvioso y faltaban solo siete vueltas para el cierre, cuando le enseñaron una indicación al santafesino. “Jones-Reut”, se podía leer en el cartel del equipo Williams-Ford. La señal era clara: Lole debía dejar pasar al australiano. Pero la ambición y el espíritu competitivo fueron más fuertes y el argentino no respetó el plan que tenía Frank Williams, dueño y director de la escudería. En las vueltas 56, 57 y 58, el cartel volvió a aparecer en la zona de boxes, pero no había quien evite que Lole renuncie a la idea que tenía en su cabeza de decir presente en el podio. Finalmente, Reutemann alzó los brazos al final de la carrera, lo que generó un gran descontento en los integrantes de Williams se percibió en todo el autódromo.
El enojo de Jones fue tan grande que decidió no subir al podio con su compañero. Reutemann casi no festejó en la celebración, donde sólo estaba acompañado por el italiano Riccardo Patrese, quien había llegado en el tercer puesto.
“Se ordenó que Carlos lo dejara pasar a Alan porque eso era lo establecido en un caso como éste, y porque ambos pilotos estaban comprometidos con lo que firmaron”, sostuvo Frank Williams.
Con esta frase, Frank hacía referencia a lo que ocurrió en 1979, cuando decidió sumar a Reutemann, había quedado establecido que en su contrato el piloto principal era Jones. Y que en caso de que el argentino fuera delante del australiano por una diferencia menor a los siete segundos la orden era darle prioridad al número 1.
«Nunca vi ningún cartel. La carrera fue difícil porque llovía todo el tiempo y había que concentrarse en el auto para no cometer el más mínimo error», explicó Reutemann al salir de su auto.
Jones no le creyó, y afirmó: “Creo que Carlos tomó una decisión de muy corto alcance con tal de ganar la carrera. Yo esperaba la decisión del equipo y por eso no ataqué en ningún momento su posición. Ahora sé que, desde esta carrera, Reutemann es para mí lo mismo que correr contra Nelson Piquet, Gilles Villeneuve o Jacques Laffite. Es un enemigo más”.
Un año más tarde, Reutemann se alejó de las pistas, y casi una década después comenzó a involucrarse en el mundo de la política. Primero, como gobernador de Santa Fe, su provincia natal, entre 1991 y 1995. Más tarde fue senador nacional. Este ingreso en la política, se produjo gracias a que Carlos Menem le ofreció el cargo, en el verano de 1991.
Sin embargo, uno de los golpes más duros que sufrió en su vida como político, ocurrió en abril de 2003, donde tuvo que enfrentar la trágica inundación del río Salado, que cubrió un tercio de la capital de Santa Fe y causó 23 muertos reconocidos por el gobierno. Además, trajo muchas pérdidas económicas, ya que se registró un perjuicio económico de más de 3200 millones de dólares.
En sus últimos años Carlos vivió en su campo de Llambí Campbell, 50 kilómetros al Norte de la capital de Santa Fe, y su actividad se redujo casi exclusivamente a la atención de los temas políticos y la administración de su campo sojero.
Redacción: Gianluca Primo Bermúdez, 2° A, turno tarde