Luego de la aprobación de la ley que otorga el derecho a morir dignamente en España, el país ibérico se convirtió en la séptima nación en legalizar esta práctica. En Sudamérica sólo es legal en Colombia, y en la Argentina se conocen tres propuestas; la más resonante de ellas es la conocida como la Ley Alfonso.
La Ley Alfonso es impulsada por la diputada cordobesa Gabriela Estévez, en homenaje al caso de Alfonso Oliva, fallecido en 2019 a causa de una Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) que contrajo 6 años antes. Casualmente, esta enfermedad neurodegenerativa afecta a unos 3000 argentinos y se ha vuelto en la bandera de la causa, con casos conocidos como los de Daniel Ostropolsky, quien escribió una carta en la que declaró sus deseos de morir sin sufrir.
Pese a esto, actualmente en la Argentina sólo está presente la llamada “ley a la muerte digna”, la cual le permite a los que posean enfermedades terminales no ser sostenido con tratamientos médicos.