El futuro económico se avecinaba como un laberinto para Argentina. Debía enfrentar el pago de 2450 millones de dólares al Club de París antes del 31 de julio. Pero al mismo tiempo negociaba un acuerdo con el FMI para un nuevo programa de financiamiento de la deuda de 45 mil millones de dólares contraída por el Gobierno del expresidente Mauricio Macri. Entre tantos obstáculos, encontró una salida -momentánea- que le otorgará un camino más positivo para los próximos meses.
El país le realizará un pago parcial de 430 millones de dólares al Club de París en un plazo de ocho meses, con fecha límite el 31 de marzo de 2022. Este pago se hará en dos partes: la primera se llevará a cabo precisamente el 31 de julio de este año, y la segunda, a fines de febrero del año próximo. Con este dinero, Argentina evita entrar en default y esquiva, por ahora, los 2020 millones de dólares restantes.
Aún no esté claro cuándo y cómo se pagará la cantidad restante del dinero. El ministro de Economía, Martín Guzmán, confirmó en conferencia de prensa que se negociará antes de la fecha límite: “El entendimiento consiste en que la Argentina tendrá tiempo hasta el 31 de marzo del año 2022 para luego de este plazo apuntar a una reestructuración más permanente con el Club de París, y que la Argentina continuará haciendo esfuerzos para llegar a un entendimiento con el FMI que nos permita refinanciar el stock de deuda de 45 mil millones de dólares que el gobierno de Juntos por el Cambio tomó entre 2018 y 2019”.
Tras meses de diálogo constructivo, hemos alcanzado un entendimiento con el Club de París que nos da tiempo y nos permite evitar dos cosas: experimentar un golpe a nuestras reservas internacionales y que la Argentina entre en default, fortaleciendo así la estabilidad cambiaria. pic.twitter.com/3bwPGcJ5xe
— Martín Guzmán (@Martin_M_Guzman) June 23, 2021
Por supuesto que, al haber llegado a un pacto con los acreedores oficiales, todas las miradas se dirigen a la deuda con el Fondo Monetario Internacional. La realidad es que Argentina todavía debe enfrentar un vencimiento de 3600 millones de dólares (una mitad en septiembre y la otra en diciembre) con el FMI, además de definir un nuevo acuerdo, que se negociará después de las elecciones legislativas de noviembre. En este sentido, el prestamista de última instancia no es tan flexible como el Club de París.
Esta organización financiera internacional no admite pagos parciales, por lo que Argentina debe abonar el dinero enteramente antes de las fechas estipuladas. Aunque parezca difícil de que se lleve a cabo, de aquí se desprende una alternativa favorable: los Derechos Especiales de Giro (DEG).
El FMI repartirá 650 mil millones de dólares a través de los DEG a todos sus países miembros con el fin de ayudar -sin ningún interés de por medio- a contrarrestar las consecuencias que dejó la crisis por el coronavirus. De todo este dinero, a Argentina le corresponderá alrededor de 4500 millones de dólares, los cuáles recibiría a fines de agosto.
Con este ingreso, el país contaría con el capital suficiente para enfrentar estos dos pagos. Pero aquí es donde se siembra la incógnita. ¿A qué destinará el gobierno ese dinero?. Por lo pronto, se sabe que inicialmente se contempló que se utilice para pagar la deuda. Sin embargo, hoy el destino parece ser otro.
“Lo que yo puedo garantizar es que cualquier cosa que se determine va a ser para sostener y promover la actividad y el empleo, esa es la determinación del presidente y de nuestro espacio político”, afirmó hace algunas semanas el Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Santiago Cafiero, cuando fue consultado por los DEG.
Y esta posición toma más fuerza luego de que el senador por la provincia de Neuquén, Oscar Parrilli, haya presentado un proyecto que ya se aprobó y que busca, precisamente, destinar este dinero a fortalecer políticas sanitarias, generar trabajo y mejorar la educación.
De momento, no trascendió más información, pero la interna se sembró en el oficialismo y continúan presentes los dos interrogantes: destinar el dinero para pagar la deuda, o fortalecer las áreas de salud, empleo y educación. En los próximos meses, se conocerá la última palabra.
De todas maneras, los DEG solo servirían para cubrir los pagos de este año. En 2022, los vencimientos ascienden a 20 mil millones de dólares, por lo que la negociación por un nuevo acuerdo con el FMI aún permanece.
No obstante, el 9 y 10 de julio Martín Guzmán volverá a encontrarse con representantes del FMI. Será en Venecia, en la cumbre de líderes de finanzas del G20. Allí se verá con Julie Kozack, la directora adjunta del departamento del hemisferio occidental. Pronto habrán novedades acerca del rumbo de esta negociación, que se espera, llegue a buen puerto.
Leandro Ariel Ordóñez