La tasa de pobreza en la República Argentina trepó al 44,2% mientras que la indigencia alcanzó el 10,1%, según el informe titulado “Un rostro detrás de cada número, radiografía de la pobreza en Argentina”, realizado en conjunto por el Observatorio de la Deuda Social (OSDA) de la Universidad Católica Argentina y Cáritas.
El relevamiento, publicado el 9 de junio para presentar la colecta anual de Cáritas, manifestó que el 41,9% de la población que reside en áreas urbanas sufre de pobreza multidimensional —por ingresos y por otro tipo de carencias— y que la cifra de ciudadanos con pobreza multidimensional estructural —tres o más insuficiencias— ronda el 25%.
La investigación pone énfasis en la situación infantil. Entre las conclusiones sobresalientes, dice explícitamente que más de la mitad de los niños argentinos son pobres, número que llega a casi el 75% en el Conurbano bonaerense. En zonas con porcentajes de este tipo, “de cuatro chicos que se sientan a una mesa familiar, solo uno come con regularidad”.
El 34,3% de la población hasta 17 años padeció “inseguridad alimentaria” en 2020, el 15,6% de forma severa. En ese contexto, 46% recibió alimentos de forma gratuita en comedores o espacios de esta índole.
El OSDA destacó que sin la existencia del Programa Alimentar, Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), Asignación Universal por Hijo (AUH) y otros ítems, la tasa de pobreza podría haber llegado al 53,1%, mientras que la indigencia, a un 27,9%.