En un torneo en el que los equipos considerados “grandes” predominan claramente por sobre los demás, Laura Romero llegó a la primera categoría del fútbol femenino para imponer su calidad goleadora. Lleva 6 goles en el actual torneo, solo por debajo de Carolina Birizamberri (9), Débora Molina (7) y Érica Longiro. Pero su nombre sonó fuerte el año pasado cuando en el torneo de Primera B fue capitana y artillera (más de 30 goles y 5 tripletes) de “Las Gallegas” para lograr el ascenso a primera. Laura cuenta cómo es su experiencia en el fútbol femenino.
-¿Qué fue lo que te despertó las ganas de jugar al fútbol y cómo fue el proceso hasta jugar en primera?
-Soy correntina, juego desde los 5 años, pero a los 2 me vine a vivir a Buenos Aires en el barrio Sarmiento y al estar rodeada de amigos varones, tenía una cancha donde iba a jugar todos los días y por sobre todo tengo dos tías que jugaban. Luego a los 5 años pasó un amigo de mi familia, Carlos, que vivía a una cuadra de mi casa y él fue quien me llevo a jugar baby con varones, y ahí fue cuando empecé hasta que mi categoría fue retirada. Después seguí jugando con amigos en mi barrio, fui a probarme a San Lorenzo, quedé, pero no fui más porque no tenía un acompañamiento en ese momento. Después estaba por hacer una prueba en la selección y River, pero quedé embarazada y no continué para dedicarme a mis hijos. Después de 4 años, más o menos, me encontré a una amiga, Fiorella Roldán, con la cual jugué siempre y me propuso ir a Deportivo Español, en donde había una prueba, lo dudé en un principio porque habían pasados 5 años sin jugar, pero me insistió que me vaya a probar y desde ese día que estoy en Español, hace tres años y medio.
-¿Qué sentís al ser una de las goleadoras del torneo sin jugar en un equipo considerado “grande”?
-La verdad que soy una chica más dentro y fuera de la cancha, no me cambia mucho en lo personal.
-¿Cómo te afectó en lo personal este contexto de pandemia?
-En un principio pensé que no volveríamos a jugar más, pero nosotras no paramos de entrenar porque queríamos lograr el objetivo. Entrenábamos todos los días al mismo horario como si todo estuviera normal, entonces mucho no sufrí la pandemia en cuanto a lo deportivo.
-Este año firmaste con Deportivo Español tu primer contrato profesional, ¿Cómo te sentiste?
-Sí, fue una locura que hasta el día de hoy no puedo creer. El pensamiento que tenía desde un principio y hoy poder lograr todo lo que se logró es una gran felicidad, personal y grupalmente. Este es un paso más para cumplir con uno de mis sueños, comprarme mi casa propia.
Laura ahora es un emblema del equipo y quiere dejar a la institución en lo más alto, pero no solo eso, también piensa en el fútbol femenino en general: “Sueño con la igualdad del fútbol femenino y el masculino”, concluyó la capitana.
Federico Caiña