Desde el año 2010 comenzaron a implementarse medidas para aumentar el uso del transporte sustentable en dos ruedas. La construcción de bicisendas, proyectos como EcoBici (Buenos Aires), Mi Bici Tu Bici (Rosario), En la Bici (Mendoza), Movete en Bici (La Plata) entre otros; y campañas de concientización por el medio ambiente, sirvieron para que hoy en día, en tiempos de pandemia, los argentinos elijan esta modalidad para trasladarse de manera cotidiana en las ciudades.
Los focos de contagio en el transporte público y la ansiedad generada por el encierro en la cuarentena obligatoria le dieron protagonismo al ciclismo como forma eficiente de transportarse en el país. Según los índices de búsqueda en MercadoLibre, el 36 % de las intenciones de compra son partes, repuestos o bicicletas de transporte urbano. También hay que destacar el incremento de emprendimientos mecánicos para los vehículos de dos ruedas creados en el último tiempo en el país. “Hasta fin de junio no podemos tomar más bicicletas para reparar. No damos abasto con la demanda”, señala María Rosales, dueña de una bicicletería en el barrio porteño de Belgrano.
El incremento del desempleo por la difícil situación de muchas empresas ha intensificado la informalidad. Servicios de Delivery, como Rappi o Pedidos Ya, han sido la fuente de ingresos para muchas personas que arriba de sus bicicletas recorren las ciudades para brindar este servicio. La nueva tendencia ubica a la Argentina en el cuarto puesto en Latinoamérica en el uso del «caballito mecánico» y el 37 a nivel mundial. Según Joaquín Gonzales, líder del proyecto EcoBici, aún hay grandes retos en temas de inseguridad y conciencia vial que permitan la circulación de más personas en las bicisendas. Pero reconoce que en solo 10 años se ha construido una gran cultura de ciclistas urbanos.