Suelen decir que las casualidades no existen y menos en el fútbol. El éxito, como levantar una copa internacional, es el esfuerzo de los jugadores, pero también de un arduo trabajo por parte del cuerpo técnico, que intenta marcar un estilo de juego en su equipo para lograr los objetivos. En este sentido, hay que mencionar la tendencia de los entrenadores alemanes que se quedaron con las últimas tres competiciones de Champions League, ya que a la última ganada por Thomas Tuchel con Chelsea se une a la conseguida por Hansi Flick (2020) y Jurgen Klopp (2019), Bayer Munich y Liverpool.
Lo más llamativo es que el entrenador y actual campeón ya había participado del partido definitorio del año anterior, cuando dirigía a Paris Saint Germain y perdió no solo la final, sino el puesto. Meses más tarde, fue contratado por el equipo Blue para impregnar su experiencia e ideas, que en menos de seis meses lo llevaron a lo más alto, logrando el título tan ansiado y su primera estrella internacional.
El éxito de estos técnicos tiene que ver con un plan estructural que se realizó en el fútbol alemán hace unos años, que consistía en formar no solo a los jugadores desde sus inicios sino también a los entrenadores jóvenes y apostar por ellos. Hoy queda demostrado que los proyectos a largo plazo se traducen en victorias.
Bruno Mariano, Calabrese Marcos, Gaetán César