Del sábado 22 al domingo 30 de mayo se establecieron 9 días de aislamiento estricto con el objetivo reducir la circulación de los ciudadanos y, por ende, del coronavirus. Para ello, se establecieron controles policiales en los accesos de una jurisdicción a otra para las personas consideradas esenciales.
Se realizaron fuertes despliegues en todo el país. En el Área Metropolitana de Buenos Aires, el objetivo era disminuir y controlar el paso interjurisdiccional entre CABA y la provincia de Buenos Aires. Un total de 71 permanecieron bloqueado, mientras que otros 56 estuvieron abiertos.
La intención del cierre estricto consistió en bajar la circulación, y se tomó en cuenta que sólo habría 3 días hábiles durante la semana debido al feriado puente del 24 y 25 de mayo. Sin embargo, eso no significó que no hubiese inconvenientes esos dos días. En ambos feriados se registraron colas interminables de autos. En el caso del lunes, Los controles se realizaron en las autopistas Panamericana, del Oeste, y Ricchieri, y en el Puente Pueyrredón, entre otros pocos puntos habilitados para el paso interjurisdiccional.
En estos pasos, la policía controló auto por auto. Las colas, que llegaron a registrar demoras superiores a la hora y media, provocaron malestar entre los conductores y ocupantes, en especial a aquellos trabajadores esenciales que viajaban para cumplir con su labor.
«Estuve más de dos horas para intentar pasar de un acceso a otro. Yo fui a realizar mi trabajo como médica, y que me hayan hecho esperar tanto en ese momento ya hasta da impotencia”, declaró una de las personas que se encontró en el embotellamiento del día lunes en Panamericana.
Sin embargo, más allá de los trabajadores esenciales, hubo conductores que no contaban con permiso de circulación y, los efectivos cuando detectaban a estas personas, según los testigos, «se las invita a bajar y se consulta a Fiscalía», que determinaría las medidas a tomar.
En función de la irregularidad -no tener permiso o la documentación reglamentaria de los vehículos- se les retuvo la licencia y se les labró un acta de contravención, o incluso se procedió a la confiscación del vehículo.
Según los datos publicados por el Ministerio de Seguridad bonaerense, del 22 al 27 de mayo se registraron 45.138 vehículos en los que circularon 74.536 personas. Fueron imputados 1.448 conductores que no cumplieron con el último Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). A su vez, se secuestraron 576 autos y se aprehendieron en los controles a 229 personas por distintos motivos. En cuanto a las sanciones, ninguno de los dos gobiernos tiene la intención de tomar medidas duras contra los infractores, por lo que la Justicia será la encargada de definir cuáles serán las penas