La investigación del robo de 30 dosis de vacunas Sputnik V, las cuales formaban parte de un lote de 1.500 dosis que llegaron a Chubut el 19 de enero, quedó a cargo de la justicia federal y la jueza Eva Parcio De Seleme procesó a 24 acusados; cuatro funcionarios públicos y los 20 restantes son integrantes del gremio de Camioneros. Según informó el Ministerio Público Fiscal de la Nación, las dosis robadas corresponden a los componentes uno y dos de la vacuna rusa.
Parcio De Seleme explicó que el hurto de las dosis se inició cuando un empleado del personal de salud de Camioneros le compró entre el 7 y el 9 de enero las vacunas a Analía Muñoz, una enfermera del Hospital Regional de Comodoro Rivadavia. La propia Muñoz y su compañera Gabriela Torres se encargaron de aplicar las dosis.
Sin embargo, la jueza consideró que hubo dos personas más importantes para que este delito se lleve a cabo, estos eran el jefe de la División de Epidemiología y Enfermedades Prevalentes del Área Programática Sur del Ministerio de Salud provincial, Jorge Benítez, y Daniela Cocha, quien colaboró en la parte logística.
Benítez tenía bajo su responsabilidad la Cámara de Vacunación, mientras que Daniela Cocha intervino para que la maniobra se lleve a cabo, ya que era la encargada de coordinar la entrega diaria de las dosis necesarias y de realizar distintas tareas operativas en cuanto a la provisión de las vacunas conforme los turnos que fueran programados para cada día.
A los otros 19 funcionarios acusados, la jueza los consideró autores penalmente responsables del delito de encubrimiento. La investigación continúa, con el foco en conseguir mayores precisiones sobre cómo fue la inoculación con el componente dos de la vacuna.