El 17 de mayo se conmemoró el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia. Se toma esa fecha en conmemoración de lo ocurrido en 1990, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, habida cuenta de que la patologización era un acto de discriminación.
Ese mismo lunes se izó la bandera del orgullo LGBTIQ+ en el mástil ubicado junto al Obelisco, gracias a una iniciativa llevada a cabo por la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Ciudad de Buenos Aires.
Pero el hecho vandálico y homofóbico ocurrió a la madrugada del día siguiente. Un grupo de encapuchados atentó contra una de las banderas del orgullo de la comunidad LGBTIQ+ ubicada en las inmediaciones del Obelisco, lo que generó un repudio de funcionarios porteños y la opinión pública.
Desde la cuenta de Twitter de Jóvenes NOS, la rama juvenil del partido político presidido por Juan José Gómez Centurión, se subió un video a la 1:14 de la madrugada en el que se contempla a dos personas, con gorros y capuchas y barbijos en sus rostros, frente a una de las banderas del Orgullo instaladas junto a la inmensa sigla “BA”, pegada al Obelisco.
Juanjo Méndez, secretario de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad de Buenos Aires, publicó un hilo en Twitter en el que habló de su historia personal y criticó el acto vandálico. Las escenas de odio que vimos durante la madrugada, no dañan nuestro símbolo ni nuestro mensaje, sino que dañan la confianza en nuestra comunidad de millones de argentinos que sueñan con un país libre y justo”, redactó. “Hace 31 años la homosexualidad dejaba de ser catalogada como una enfermedad. Yo tenía 12, ya sabía que algo en mi no encajaba con las expectativas de otros, fue una sensación de angustia que me acompañó durante toda la adolescencia», recordó. Y aseguró que «Con el tiempo», y con el amor de su familia y amigos, pudo «vivir con plenitud» sus sentimientos. «Gracias a la lucha de generaciones que me precedieron, elegir libremente», finalizó.
En esta edición, el foco de la lucha del colectivo estuvo apuntado al deporte. De tal modo, los organizadores lanzaron la pregunta “¿Qué pasa cuando la diversidad sexual sale a la cancha?”. El objetivo es generar espacios de reflexión de los desafíos del colectivo LGBTIQ+ dentro del deporte. También se hará hincapié en ambientes como el del fútbol masculino, donde la diversidad sexual todavía es un tema tabú. También realizó un acto en el que participaron Valentina Kogan, ex arquera e integrante de la selección Argentina de handball, Mara Gómez, la primera futbolista trans profesional del país, Caio Varela, presidente de Ciervos Pampas (club de Rugby), Pablo Rivelli, profesores de educación física y especialista en gestión, y Juan Pablo Morino, secretario de deporte de la FALGBT y Delegado de la Federación Gay Games (FGG).
“Las conductas que se desarrollan en el ámbito deportivo tienen el poder de extrapolarse a distintos ámbitos interpersonales. En este sentido, la desbinarización e incorporación de una perspectiva de identidad de género y orientación sexual en el deporte y la educación física tiene una importancia fundamental en el cambio cultural, la despatologización y la ampliación de derechos del colectivo LGBTIQ+”, afirmó la directora general de Convivencia con la Diversidad, Natasha Steinberg.