Luego de pasar cuatro días en prisión, Santiago Solans Portillo, el joven que volvió al país desde Miami con COVID-19 positivo, salió de prisión bajo fianza de 200 mil pesos. El juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, recalcó que «no asumió ninguna actitud que mostrara que puede poner en riesgo la investigación». Sin embargo, el imputado tendrá prohibida la salida del país.
Solans Portillo, licenciado en comercio exterior, arribó al país el pasado 2 de mayo proveniente de Miami y fue detenido en el aeropuerto internacional de Ezeiza tras detectarle mediante las cámaras térmicas 38,5 grados de fiebre y dar positivo de COVID-19 mediante un examen PCR. Tras esto, fue aislado y detenido en un hotel de CABA.
Ante la Justicia, el detenido explicó que viajó a Estados Unidos con su novia y unos amigos para inmunizarse con la vacuna de Pfizer. Además, admitió que antes de su regreso se hizo un examen en un centro médico en el cual dio positivo, pero que el médico del consultorio donde se testeó le aseguró que era “un falso positivo”, por lo que le emitieron un certificado que indicara que estaba en condiciones de viajar.
No obstante, no dio explicaciones de por qué no informó el PCR positivo en la declaración jurada que debió presentar ante la Dirección Nacional de Migraciones, ni tampoco por qué razones ocultó sus síntomas.
La pena prevista en caso de ser condenado es de entre 3 y 15 años, un delito que se puede ampliar si los pasajeros que venían con él contraen el virus.