Con algunas diferencias dentro del bloque, este martes se llevó a cabo la XII Reunión Extraordinaria del Consejo del Mercado Común del Sur (MERCOSUR). Por el contexto actual, debió realizarse de manera virtual. Del lado argentino, tomó la palabra el actual canciller Felipe Solá. Además, estuvieron presentes los cancilleres y los ministros de Economía de Brasil, Uruguay y Paraguay. Los principales temas que se tocaron fueron el arancel externo común (AEC) y la “flexibilización” del bloque.
El arancel externo común es una alícuota que deben tributar los productos de terceros países para poder ingresar en el mercado regional. El AEC se fijó por última vez en 1994, y actualmente el arancel máximo es del 35% pero realizando un promedio solo se aplica el 12%. La revisión comenzó hace ya dos años y en cuanto a las reducciones las opiniones son variadas.
Brasil pretende reducir ampliamente las mencionadas tasas de aranceles mientras que por ejemplo Argentina propone hacerlo de manera más moderada para que estas reducciones no afecten a las manufacturas nacionales. Así lo remarcó el canciller Solá: «La iniciativa tiene cinco eslabones diferenciados entre sí por el grado de elaboración del producto en cada caso y de allí sale una recomendación de mayores reducciones en insumos y materias primas, y menores reducciones en bienes finales». Desde la Cancillería argentina también remarcan que “la propuesta de modificación del AEC está inspirada en los objetivos de priorizar los aspectos productivos e instrumentos que favorezcan la competitividad, cuidando las sensibilidades sectoriales”.
Puntualizando en las propuestas, desde Argentina proponen la reducción del Arancel Externo Común sobre un total de 1900 productos insumos, como así también para bienes capitales y accesorios, de un 2% a 0%. Brasil avala pero pretende rebajas mayores y pensando más a corto plazo. Y la iniciativa uruguaya consiste en la reducción de todos los aranceles de este año en un 10% aproximadamente, y lo mismo para el año 2022. De la mano con esto, el ministro de Economía argentino señaló que pese a las diferencias, “también vemos que hay puntos de acuerdo, y lo importante es avanzar sobre esos puntos para ir construyendo un Mercosur más moderno y adaptado a la necesidad del desarrollo de nuestras naciones».
Otro tema de la agenda del Mercosur que se trató en la reunión fue la posible flexibilización del bloque. Uruguay presentó un borrador en el cual expuso la necesidad de alivianar algunas normas del bloque, por ejemplo el hecho de poder negociar acuerdos comerciales y económicos con países ajenos a la organización de manera independiente y no como un grupo. Es decir, que pretende negociar con otros países sin la necesidad de una participación conjunta del resto de los países que integran el Mercosur. El presidente uruguayo Luís Lacalle Pou así lo expresó: “el bloque no puede ser ni debe ser un «lastre» o un «corsé» para los miembros de la unión”. Además, la cuenta oficial de Twitter de la cancillería uruguaya dijo que “la propuesta de Uruguay sobre flexibilización cuenta con el total apoyo de Brasil”.
Desde la parte legal, la propuesta uruguaya tendría como consecuencia una modificación de la Decisión 32 del Consejo del Mercado Común(CMC), la cual en su artículo nro. 1 reafirma “»el compromiso de los Estados Partes del Mercosur de negociar en forma conjunta acuerdos de naturaleza comercial con terceros países o agrupaciones de países extrazona en los cuales se otorguen preferencias arancelarias». Desde lo político también se producirían cambios, ya que llevaría a nuevas configuraciones institucionales del bloque.
La iniciativa proveniente de Uruguay radica en el actual parate que tiene el posible acuerdo con la Unión Europea. Y a raíz de esto, el Mercosur no logró todavía sellar acuerdos de peso que le permitan tener un crecimiento económico. Es por eso que el estado uruguayo quiere poseer cierta libertad a la hora de negociar. Este semestre, la presidencia del bloque es de Argentina, la cual no está tan de acuerdo con los planteos de Uruguay y Brasil. Ya hace un tiempo viene planteando un desacuerdo sobre la negociación de cada país de manera individual. La Cancillería argentina planteó continuar negociando de manera conjunta con un “Mercosur unido”, como así lo marca el Tratado de Asunción, que es el que fundó el bloque. El presidente de la Nación Alberto Fernández también desestimó esa idea diciendo que “ayuda poco a la unidad”.
Habrá que ver cómo se desarrollan estos asuntos a futuro. En principio, la reunión anual dejó diferencias, como las había también antes de que se realice la misma. De todos modos, pese a las distintas posturas, se ve cierta tendencia y disposición al diálogo por parte de las cancillerías, lo que resulta algo positivo para las resoluciones que requiere el bloque.