La innovación científica a base de suero equino superó la Fase II Y III de las pruebas epidemiológicas y consiguió el aval de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para pacientes moderados y severos. Su bajo índice de efectos secundarios hizo que llamara la atención de la comunidad científica. Ahora se encuentra en una etapa final de estudios y , de ser superados, tendría el permiso para poder ser utilizado en cualquier paciente sin condiciones excepcionales.
Para la obtención de la sustancia, primero se inyecta en caballos una proteína del virus SARS-CoV-2 que sirve como antígeno. Al introducirse en el organismo de estos animales induce una respuesta inmunitaria provocando la formación de dichos anticuerpos que neutralizan la capacidad del virus de entrar a las células. Luego son procesados biotecnológicamente para obtener fragmentos muy seguros que no producen efectos adversos y conservan una muy alta capacidad neutralizante.
Hasta el momento hay una producción de 12.000 dosis que serán repartidas en todo el país y ayudarán a paliar la segunda ola del virus. Sin embargo, su producción podría incrementarse una vez haya completado la fase de estudios y empezaría a exportarse a pacientes en situaciones graves alrededor del mundo.