Fue hace más de veinte años cuando en Estados Unidos, país donde prevalecían deportes como el básquet, fútbol americano y béisbol, asomaba tímidamente la redonda número 5 y pedía permiso para entrar en los mismos campos de juego donde un mariscal de campo asistía a un corredor para marcar una anotación.
Es así que luego de desmoronarse la North American Soccer League, debido a una crisis económica provocada por una mala gestión, nace la Mayor League Soccer, con aspiraciones a ser una de las ligas de fútbol más importantes del mundo.
Ante la escasez de artífices que se correspondieran con sus necesidades, la MLS se convirtió en una liga netamente importadora de jugadores que le dieron el salto de calidad preciado. El primer gran ejemplo fue el del británico David Beckham que en 2007 llegó como el primer jugador estrella y, con las pinceladas de su pie derecho, empezó a dar señales de lo que estaba por venir.
Hoy la liga dejó de ser la caja de retiro de jugadores de elite como, por ejemplo, Raúl, David Villa, Pirlo, Ibraimovich o nuestro Gonzalo Higuaín, para convertirse en un torneo híbrido que conjuga la experiencia con la frescura de las promesas del fútbol.
En 2019 la MLS anunció su futura expansión hasta 30 equipos, y se posicionó como una de las ligas más convocantes de Estados Unidos, después de la NFL y la MLB, y es la séptima liga de fútbol profesional con la asistencia media más alta del mundo.
Bruno Mariano, Calabrese Marcos, Gaetán César