Al pensar en este edificio es normal que se nos venga a la mente su dirección actual, sobre la calle Cerrito al 600, pero en realidad se inició en otra ubicación.
Un 25 de abril de 1857 fue la fecha para ser inaugurada el primitivo teatro Colon, frente a plaza de mayo, con una puesta de “La Traviata, protagonizadas por la soprano Sofía Vera Lorini, Enrico Tamberlick y Giusepp Cima. Desde el comienzo del siglo XIX, la sociedad había consagrado a la opera como su elección musical predilecta. Por lo cual desde su creación fue el lugar de reunión preferido por la oligarquía porteña. Sin embargo con el correr de los días, se anunció que esa función no era la inaugural oficialmente, que se trató de un ensayó. Así fue entonces que un 5 de Mayo con representación de “La Cerentola” se daba por oficial la inauguración del teatro. La apertura del Colón marco una división histórica cultural porteña, debido a que con el Metropolitano de Nueva York, eran los dos teatros más lujosos de América, orgullo que le permitió estar a la altura de las capitales europeas.
Este mismo fue diseñado por el ingeniero Pellegrini, padre de quien años después fue presidente de la Nación, contaba con una capacidad para aproximadamente 2500 personas y una sala de 15 metros de ancho iluminada por una gran araña de lámparas de gas. En su momento fue la cúpula más importante de Latinoamérica, con un diámetro de 80 metros. Era solo la tercera del mundo detrás de San Pedro en Roma el Capitolio en Washington. La empresa de ascensores Otis fue la encargada de construir las primeras escaleras mecánicas del país, siendo esta las primeras del país.
Luego de casi 30 años de actividad, un 13 de septiembre de 1887 se cerraba definitivamente las puertas del teatro y sus inmediaciones fueron vendidas al Banco Nacional, quien hasta la fecha sigue haciendo uso del inmueble.
Silvero, Miguel Angel. 2 A T.M