Desde aquel 19 de Marzo, cuando el presidente Alberto Fernández anunció la cuarentena obligatoria por la pandemia, todos los sectores de la sociedad tuvieron que refugiarse en sus casas.
Esta situación angustiante significó muchos desafíos. Sin embargo, gracias a la labor de muchos héroes, que arriesgaron su bienestar para enfrentarse al virus, se pudo lidiar de manera exitosa estos tiempos de coronavirus.
Muchos son los actores sociales que pusieron su granito de arena y fueron reconocidos con múltiples aplausos a las 9 de la noche todos los días. Los famosos “Rappis” o Deliverys fueron uno de ellos. Su función permitió que la economía siguiera funcionando y facilitó el acceso de víveres a todas las familias argentinas.
La alta demanda de pedidos y el aumento del desempleo significó un progresivo interés en las diferentes apps de repartos. Desde el comienzo del confinamiento las empresas de este tipo duplicaron y en algunos meses triplicaron la cantidad de operaciones, previo a la pandemia. Este trabajo, que en principio desempeñaban los venezolanos que huyeron de la crisis de su país, se amplió a otros sectores de la sociedad. Tanto universitarios, como profesionales y hasta jubilados integraron el plantel de empresas como Globo, Pedidos Ya o Rappi y actualmente se registran alrededor de 120 mil repartidores en el país.
Las jornadas de trabajo pueden ser extenuantes y duraderas. Según los testimonios para lograr un sueldo digno hay que entregar pedidos por 10 horas en 6 días de la semana. Eso sumado al mal clima, el tránsito, la impaciencia, la demora en los pedidos y los largos recorridos hacen de la labor una actividad esclavizante.
En principio, solo se llevaban los pedidos en bicicletas, pero el auge permitió que nuevos vehículos ingresaran al negocio. Llegaron los famosos “motoqueros” los cuales podían hacer distancias más largas y podían duplicar la cantidad de pedidos. Pero recientemente se sumó un nuevo transporte, los choferes de auto vieron la oportunidad de unirse ya que la calles vacías, por la cuarentena, facilitaban la entrega de víveres. Ahora con todos estos rubros en sistema de entrega aumenta la competitividad y alarga la cantidad de horas trabajadas para poder cubrir los gastos.
Es una actividad esencial para mantener a flote los comercios y evitar nuevos infectados, pero el desempeño del mismo genera desgaste y estrés; por lo que exige un replanteamiento y reglamentación sobre la actividad para que sea beneficioso para todas las partes.
Una producción especial de: Anggelo Alexander y Pachón Hernandez