El ex jugador de rugby de Francia, Christophe Dominici, quien tenía 48 años, se suicidó en un parque de París al arrojarse al vacío desde un edificio de 20 metros de altura. La noticia fue anunciada por el Stade Français, equipo para el que jugó durante 11 años, mientras que fue internacional en 65 ocasiones.
Sus hazañas con la camiseta azul han deslumbrado a miles de jóvenes jugadores de rugby y han permitido a la selección francesa escribir algunas de las páginas más hermosas de su historia.
Dominici, quien se transformó en uno de los mejores wines de su país, ganó 67 partidos con Francia entre 1998 y 2007, anotando un try memorable en la impresionante victoria de Francia por 43-31 contra Nueva Zelanda en la Copa del Mundo de 1999.
En casi veinte años de carrera, sólo jugó para tres equipos profesionales. Después de dos temporadas en La Valeta, cerca de su casa, se incorporó a Toulon en 1993, antes del profesionalismo que fue abierto en 1995. Después de cuatro años, mientras el rugby ingresaba gradualmente hacia el mundo profesional, pasó al Stade Français donde fue parte fundamental del proyecto de Max Guazzini y compartió equipo con varios argentinos como Agustín Pichot, Diego Domínguez, Nani Corleto, Juan Hernández, entre otros.
En 11 temporadas en el Stade Français, entre 1997 y 2008, ganó cinco títulos de campeón de Francia en 1998, 2000, 2003, 2004 y 2007. Dominici fue una de las figuras en la enorme victoria ante los All Blacks en la semifinal del Mundial 1999 y, además eso fue uno de sus partidos más importantes que disputó durante toda su carrera deportiva, también estuvo en los duelos contra Los Pumas del Mundial 2007 y ganó dos veces el Grand Slam, además de otros dos títulos, en el Torneo de las Seis Naciones.
Dotado de gran fuerza y talento, su pequeña estatura para el rugby lo convirtió en uno de los jugadores más queridos por el público. Carismático y mediático, su rostro aparecía habitualmente en la televisión francesa, aunque en los últimos meses había desaparecido después de que fracasara un proyecto suyo para encabezar la llegada de inversores emiratíes al club de Bezieres.
Pero deja un legado de que es uno de los mejores jugadores de los 90 y de la selección francesa.
Edgar Cárdenas, 2° B, turno mañana