Aniversario de vida de Roberto Fontanarrosa, el humorista gráfico, dibujante y escritor argentino cumpliría 76 años. Nació el 26 de noviembre de 1944 en la ciudad de Rosario, Santa fe. Hincha fanático de Rosario Central y del fútbol en general. Roberto falleció el 19 de julio de 2007 a los 62 años por una esclerosis lateral amiotrofica.
Desde 2015, el 26 de noviembre es el Día Nacional del Humorista. Claro, por uno de los más populares escritores de Argentina. Este reconocimiento al humorista argentino fue estipulado en esta fecha por el natalicio de Fontanarrosa.
“El Negro“ fue un hombre arraigado a su Rosario natal. Alejado de la locura de Buenos Aires, Roberto eligió caminar las calles de su ciudad mientras trabajaba para medios de la capital de Argentina. El avance tecnológico se lo permitía y él no se perdía el café con amigos y los sábados de picaditos de fútbol.
“Los rosarinos somos creativos, a falta de paisaje Rosario tiene lindas minas y buen fútbol. ¿Qué más puede pretender un intelectual?”
Roberto se autopercibía dibujante, aunque no de los mejores, le gustaba contar historias a través de dibujos con o sin textos. Su éxito concluía en su narración de hechos cotidianos, lenguaje coloquial y humor que atravesaba todos los estratos sociales.
Consumidor de historietas, encontró su vocación en su facilidad de “soltar mano” y dibujar situaciones de la vida con humor e ironía. Desde chico, por su timidez, comenzó a dibujar y ese talento no solo le permitió trabajar de ello sino también convertirse en influencia de la sociedad.
Su relación personal con el fútbol era estrictamente deportiva, no veía programas de televisión ni resumen de la fecha. Consumidor por excelencia de los 90 minutos que se despliegan en el césped. Además, como jugador, siempre recalcó que tuvo dos problemas que le impidieron triunfar como futbolista, “la pierna izquierda y la pierna derecha”.
El amor por Rosario Central lo hacía “salir de sus cabales”, no podía entender como un hombre que se consideraba “intelectual” era capaz de sufrir tanto por un deporte. Ese mismo amor lo llevo, en la fase final de su enfermedad, a realizar una última obra. Un dibujo para su equipo en el que caracterizó al hincha “Canaya”, con ye porqué así se pronuncia y para quitar la connotación de insulto a la palabra. Dicho dibujo se utilizó por muchos años en la camiseta de Central.
Además, en relación al fútbol «El Negro” publicó muchos relatos al respecto, “19 de diciembre de 1971” es una de las obras más reconocidas de Fontanarrosa. Otro de sus personajes fue la Hermana Rosa, una mentalista que predecía, sin éxito, los resultados de la selección Argentina en los mundiales. Gran parte de sus obras giraban en torno a este deporte, a tal punto que uno de sus cuentos, “Memorias de un wing derecho”, fue inspiración de Eduardo Sacheri y Juan José Campanella para producir la película animada “Metegol”.
“De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: ‘Me cagué de risa con tu libro’”
Sus historias, gráficas y literarias, forman parte de la cultura nacional. Quienes lo idolatran aman sus personajes y disfrutan de su arte hasta el día de hoy. Le dio vida a “Inodoro Pereyra”, con su mujer “Eulogia” y su perro “Mendieta”. A “Boogie, el aceitoso” quien reflejaba su humor negro; y a “Los Galanes”, hombres que hablaban en un bar sobre mujeres, fútbol y política. Estos personajes, entre tantos otros, se metieron en la vida cotidiana y en el corazón de un público que veía en «El Negro” un compañero de todos los días.
Siempre destacado por quienes lo conocían como un “buen tipo”, gentil y generoso. Hombre de barrio, que caminaba las calles de Rosario, iba a tomar café al mismo bar de siempre y era una pieza infaltable los fines de semana en el “Gigante de Arroyito”. Finalmente, un 19 de julio de 2007, a los 62 años de edad y tras un avance de la enfermedad que lo atosigaba, Roberto «El Negro” Fontanarrosa dejó el mundo de los humanos para pertenecer a la historia y cultura de nuestro país.
Nahuel Cristaldo
2° «B» T.N.