Música popular en nuestro país hay mucha, pero si nos tenemos que quedar con un solo género, ese, sin dudas, sería la cumbia. Nació en los barrios bajos, pero no sólo ahí se suele escuchar, sino que también se baila en los casamientos de los famosos con más dinero del país. Millones de seguidores se movían, cuando se podía, los fines de semana a diferentes bailes para escuchar algunos temas de la música que los representa. Pero si tenemos que unir a las diferentes clases sociales a las que nos referíamos anteriormente en un lugar, lo haríamos en aquel que se convertía en una cita imperdible en Palermo. Más exactamente en el boliche Groove. Allí se realizaba la fiesta más grande de cumbia del país: La Mágica.
Con cientos de bandas que han pasado por su escenario, era un lugar en el que no importaban las clases sociales a la que pertenecía cada uno de los asistentes. Tampoco importaba la ropa para entrar, te podías cruzar con pibes que iban en malla y ojotas y pibas que estaban en tacos y vestido, por ejemplo. Todos entraban y disfrutaban de los mejores cumbiones elegidos especialmente por la primera DJ mujer de la Argentina, Romina Franco, mientras giraban los vasos entre los amigos.
Como su nombre lo indica, era un lugar con mucha magia. Se podía disfrutar de salir a bailar y rara vez te encontrabas con algo cotidiano en otros lados: peleas en las afueras. La familia de La Mágica se respeta y genera nuevas amistades, no mira con desprecio ni critica… resultado que genera la cumbia cuando se siente desde la cuna.
Vamos a detenernos en una persona que nombramos anteriormente, Romina. La Romy DJ, como le gusta ser llamada, es el centro de atención de todos los que van a “tirar unos pasos”. Ella es la encargada de que la gente agite con los brazos levantados cuando suena algún tema de Leo Mattioli o de Los del Bohio, cuando La Nueva Luna aparece en el medio de la noche o cuando empiece el teclado de Pablito Lescano. La razón de la sonrisa que se forma en todos los que están ahí adentro es ella, la DJ que siempre estará acompañada por el Gauchito Gil y su Piluso de Talleres de Escalada.
Desde el momento en el que salía de la cabina, todos se acercaban para pedirle una foto o simplemente saludarla y cruzar unas palabras. Esa admiración se la ganó por entender cómo regalarle felicidad a la gente de una manera muy simple. El armado de sus bloques iban cambiando fiesta a fiesta y siempre había algún tema elegido especialmente para alguno de los pibes. Esos pibes que tuvieron que esperar ocho meses para poder reencontrarse con “su” baile.
El próximo 27 de noviembre la fiesta volverá a abrir sus puertas. No será de la manera tradicional, sino que esta vez habrá autoshow en el estacionamiento del Casino de Buenos Aires. Por este motivo, el costo de la misma será más elevado (los precios van desde los 4000 a los 7500 pesos) y habrá shows para todos los gustos. Contará con la presentación de Mala Fama y La Delio Valdez, dos bandas que están presentes en La Mágica desde hace ya 10 años, cuando se creó la fiesta. También formarán parte de la misma los tres característicos DJ´s: Zurita, Tucu Tucu y la infaltable Romy DJ.
No podrán tirar pasos como están acostumbrados, pero con el cuidado necesario que se debe tener en una situación tan especial, los pibes y las pibas podrán agitar con los brazos bien en alto y disfrutar de los cumbiones que los hace tan felices. Esta vez bajo las estrellas… completando una verdadera noche mágica.
Matias Corsetti
2° «B» T.N.