Rafael Nadal, por un momento, cambió la raqueta por los palos de golf: culminó en la sexta posición del torneo de Baleares luego de tres días de competición, completando los 54 hoyos en 225 golpes. En su tarjeta del lunes registró 74 golpes, solo dos más que las tarjetas de los días sábado y domingo, quedando a 10 golpes del campeón del torneo.
Éstos números reflejaron que estuvo al nivel de los participantes profesionales en este torneo y con su vasta experiencia en tenis se encaminaba a que en un futuro no muy lejano podría cambiar de deporte y continuar compitiendo a nivel profesional.
Pues pareciera ser que esto no está en los planes del campeón español de 20 Grand Slams. En una entrevista para la página de ATP viendo el vuelco provocado por la pandemia de Covid-19, frenando todo tipo de actividad pública, perdiendo demasiado tiempo lejos de las canchas de tenis y su edad con 34 años es un buen escenario para seguir participando en torneos y sumar una nueva carrera deportiva, obviamente en un deporte de menos nivel de intensidad.
Aunque el golf es distinto en ese factor tiene otra perspectiva. Es mayormente personal, si bien hay muchos rivales, el único que puede perjudicar a un golfista es un fallo propio. Pero realizó una declaración para mostrar su mirada. «La gente piensa que cuando eres bueno en una cosa puedes ser bueno en todo. Creo que puedo llegar a un nivel de competitividad para disfrutar y competir a nivel local pero eso es todo. No puedo llegar a ser, ni siquiera cerca de , un buen golfista».
Y sus demás frases fueron para mostrar que sus participaciones en torneos benéficos y amateurs solo fue para entretenerse y aprender de este deporte. «Me gusta jugar al golf y normalmente he estado en competiciones amateur, lo que por supuesto es genial. Estaba el torneo profesional de las Baleares. Fueron tres rondas. Me divertí jugando… enfocado para esos días».
Así deja ver que ese es su enfoque en los campos de golf como también en otro deporte que sigue, el fútbol, y solo continúa manteniendo su técnica pero con diferente mango.
Tobías De La Fuente