El maratón de Estambul es una carrera muy difícil. Empieza en Turquía, pero el recorrido obliga a los competidores a pasar por el Estrecho del Bósforo, cruzar a Asia y luego pegar la vuelta para terminar donde empezaron, en la más importante ciudad turca.
En su edición número 42, el oro y los flashes fueron para los atletas de Kenia, Bernard Cheruiyot y Diana Chemtai, quienes fueron los respectivos ganadores. Parece ser esta una competición de agrado para el país africano. En la del año pasado hubo otro atleta keniano, Daniel Kipkore Kibet, que batió el récord de esta prueba.
En la del último fin de semana, la carrera masculina se tiñó de los característicos negro, rojo y verde de la bandera de Kenia. No solo el primer lugar le perteneció a ese país, sino también el segundo. Felix Kimutai llegó 11 segundos después que su compatriota y 23 antes que el etíope Hailu Zewudu, quien era el favorito a quedarse con el oro después de hacer una buena carrera en Dubai en enero, con un tiempo de 2h06:31.
Pasando al circuito femenino, triunfó Diana Chemtai Kipyogei, que con 26 años se encuentra en la mejor parte de su carrera. Logrando un tiempo de 2h22:06, hizo apenas 1 segundo menos que en su última carrera (la cual también ganó) de Liubliana.
En la prueba de mujeres el podio fue completado por dos etíopes: Hiwot Gebrekidan y Tigist Memuye respectivamente. Es abrumadora la influencia africana en este deporte. Siempre sorprendió la condición física de quienes provienen de aquel continente, y en esta disciplina es donde predominan más. Los kenios dominan en el historial de grandes corredores, de hecho, son quienes más veces ganaron en la competición de Relevos 4X400 metros de los Juego Panafricanos (6). Ni siquiera los eternos locales de esta competición (África) los puede igualar, ya que solo pudieron imponerse una vez solamente. Y a su máximo perseguidor histórico en cantidad de estos títulos, Argelia, le saca el doble de ventaja (3).
Para cerrar, no se puede obviar el efecto pandémico que hubo en esta competición. No pudo tener espectadores, lo cual es un duro golpe para el mercado de este deporte porque suele ser un evento multitudinario que convoca a mucho público. Al correrse por casi toda Turquía, y tener que pasar de un continente a otro, hay mucha gente a lo largo de la carrera esperando en distintos puntos de la misma para ver y alentar a su atleta favorito.
Y por supuesto, los competidores también tuvieron que cumplir con ciertos requisitos de sanidad. Antes de largar debían mantener 1,5 metros de distancia el uno del otro y partieron en intervalos de 5 segundos utilizando máscaras que se quitarían medio minuto después.
Franco Janczewski