La ciudad andina necesita alrededor de 50 mil trabajadores para corresponder a su agricultura anual. Sin embargo, este año se vió incapacitado de llegar a esta cifra, ya que las prevenciones por la pandemia imposibilitan que arriben los empleados “golondrinas”, de otras provincias aledañas. Esto derivó llevo a pensar en que muchos mendocinos puedan ocupar las plazas de trabajo y no perder los cultivos.
Según los informes de la Gobernación ya se logró completar el 80% del personal requerido, si embargo parece no ser suficiente e idearon un proyecto denominado Reinventa para poder inscribir a más personas y capacitarlas.
“Nos encontramos ante una situación adversa, la planificación en base a la producción agrícola viene muy retrasada. En años anteriores a finales de Octubre ya estaban listos los cronogramas de recolección en la zona y los empleados de otras provincias iban llegando y se alistaban para la temporada. En esta ocasión la imposibilidad de recibir a nuestros vecinos de San Luis, San Juan, La Rioja entre otros dificultaron mucho nuestra labor. Pero también nos permitió apostar a lo nuestro y apuntar hacia la alta tasa de desempleo de nuestra provincia. Sin embargo, pese a que pudimos inscribir a 40 mil agricultores calificados nos hacen falta alrededor de 12 a 15 más para poder estar cubiertos. Para ello pusimos a disposición un mecanismo de enseñanza y darle la oportunidad a cualquier persona que necesite el trabajo”, manifestó el Subsec. Agricultura y Ganadería, Sergió Moralejo.
De esta manera, el objetivo oficial es apuntar ahora a la mano de obra local, para potenciar y revalorizar la labor en las viñas, pero sobre todo dar respuesta a la demanda de empleo.
«Lanzamos una plataforma para quienes no tengan dicha capacitación y necesiten mejorar sus economías, van a poder inscribirse. Buscamos vincular la oferta y la demanda, de decir aquellas empresas, productores, todo este sector agrario que se pueda vincular y por otro lado todos aquellos quienes están en busca de trabajo que puedan acercarse y puedan recibir capacitación por parte del Ministerio de Economía», indicó Emilce Vega Espinoza, titular de Empleo y Capacitación.
Sin embargo, la propuesta no fue muy bien recibida por los lugareños, ya que de las vacantes que habían a disposición, solo se anotaron la mitad. Aunque los salarios son atractivos, más de 45000 al mes, y la cobertura médica está asegurada, parece no ser suficiente.
El problema principal que impide que las personas no se sumen a la propuesta de un empleo formal en este sector son los planes sociales que otorga el Gobierno nacional, ya que los beneficiarios temen quedarse sin la asistencia después que finalicen sus actividades en los campos.
Es por ello que una buena cantidad de cosechadores termina acercándose a los empleadores para realizar las tareas, pero piden que sea en negro, lo que representa un riesgo para todos los actores de la cadena.
Pero en conjunto con el ANSES van estudiar la situación y se evaluarán las distintas circunstancias. Por lo tanto, se espera que en los próximos días se completen las plazas del proyecto Reinventar y de esta forma realizar la planificación de recolección que culmina con la festividad de la Vendimia.
En tanto, Alberto Carleti, presidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), resaltó la iniciativa y la proyectó más allá del trabajo en la viña. «Es una iniciativa impulsada desde el sector vitivinícola pero vamos a necesitar que se replique en el resto de las actividades fundamentalmente a la cosecha del ajo que es la segunda actividad en importancia de la provincia, a su vez se aproxima la cosecha de la cereza. Creo que se debe seguir trabajando en la posibilidad de contar con mano de obra proveniente de otras provincias», comentó el dirigente.
Por otra parte, desde la secretaría de Agricultura y Ganadería siguen insistiendo el poder facilitar la llegada de las “golondrinas” por la experiencia y conocimientos que poseen de la labor. Pero entienden que el riesgo es altísimo, ya que un rebrote del virus en los cultivos haría perder toda la cosecha.
En los próximos días se conocerá la decisión por parte de las autoridades mendocinas y de concretarse la responsabilidad quedaría a cargo de los productores los cuales tendrán que hacer respetar los protocolos previamente diseñados para la recolección de los frutos.