Después de siete meses de la sanción impuesta por parte de AARA, finalmente la Justicia falló a favor del remero Brian Rosso y decretaron la nulidad del castigo por una supuesta “indisciplina” que lo ponía con los dos pies fuera del Preolímpico de cara a Tokio 2021
El marplatense, a quien le suspendieron la beca del Enard luego de ser separado de los seleccionados nacionales por seis meses, había admitido anteriormente que pensó en largar todo, aunque quería que los dirigentes revean sus decisiones injustas y todavía, en aquel momento, tenía esperanzas de ir a los Juegos Olímpicos.
«Tuve momentos en los que dije ‘no remo más’, pero es muy injusto. La estoy pasando muy mal con el tema de la sanción, trato de solucionarlo y abrir diálogo con la Federación pero se está complicando. No me merezco esto», aseguró Rosso.
Además denunció que la Asociación Argentina de Remeros Aficionados le quitó la beca del Enard, incluso la beca extraordinaria y solidaria de $10.000 por abril y mayo, que tenía pensado donar a la Municipalidad de Mar del Plata en el marco de la emergencia sanitaria nacional por el coronavirus.
A pesar de todo, Brian se estaba entrenando en su hogar. «Me mudé al mismo edificio que mi hermano Cristian (también remero del seleccionado). Tenemos un simulador de remo que trajimos de Europa y es muy efectivo, y rodillo para hacer bici. Estamos preparados para entrenar adentro porque muchas veces por el clima tampoco podemos salir a remar», explicó.
Luego de semanas sin novedades y cada vez más lejos de las esperanzas de competir en los próximos Juegos Olímpicos, el miércoles se despertó con “grandes noticias”, ya que la sanción impuesta en marzo lo dejaba fuera del Preolímpico a disputarse en Río de Janeiro con vistas a Tokio pero con este fallo a su favor, le permitiría volver a ilusionarse con disputar nuevamente el mayor evento deportivo internacional. Así, no sólo podrá volver al seleccionado sino que le permitirá recibir un resarcimiento económico por todos estos meses de sanción donde ni siquiera cobró su beca por estar fuera de la Selección Nacional.
A pesar de la alegría que presentó en su cuenta de Facebook explicando el fallo, se lamentó por el tiempo que perdió para llegar de la mejor manera al Preolímpico, pero después de todos los idas y vueltas que pasó, no pierde pisada al objetivo: “Lamentablemente siete meses en el alto rendimiento es demasiado tiempo pero siempre tuve fe y creí que este momento iba a llegar”, y agregó: “Ojalá que este tipo de situaciones dejen de pasar en el deporte argentino y no perdamos el foco en cuál es la meta: dejar nuestra bandera en lo más alto”.
En cuanto al proceso judicial, Rosso amplió: «Como todavía no se había declarado la cuarentena, mi abogado había presentado una cautelar para que accionen rápido, para no perderme el Preolímpico. Con la pandemia esta cautelar se hizo larga. Y meses después, la decisión de la Cámara fue que la Asociación me debe levantar la sanción y que me tienen que devolver (resarcimiento) ambas becas».
Por el mismo carril, habló de su falta de relación con dirigentes y parte del cuerpo técnico: «Ningún dirigente o entrenador me llamó. Y de hecho hicieron algo que fue de mal gusto, como sacarme del grupo de Whatsapp, donde hoy se trabaja mucho por ahí en materia de rutinas y plantes de gimnasio. Hay que separar las cosas. Una cosa es el deporte de alto rendimiento y la representación a tu país, y después las diferencias. Yo no tengo diferencia con ellos y siempre hice lo posible para estar al mejor rendimiento, así que no soy rencoroso».
Si bien está contento por la posible reincorporación, aclaró: «En principio entrené lo que podía de forma individual. Y también me complicó cuando la Selección no me incluyó en la lista de exceptuados para entrenar. Fue el principal motivo que me perjudicó en tiempos de pandemia. Ahora no sólo estoy en desventaja con otros países, sino con los compañeros de mi propio país, que también competimos para determinar las posiciones».
Franco Ferrero