Edición especial
La situación económica y social en Argentina tuvo un deterioro importante tras los mandatos de Menem y, sobre todo, con la presidencia de Fernando de la Rúa. La depresión económica acompañada de varios factores como la debilidad ante las presiones del Fondo Monetario Internacional fueron las claves de esos años. Mientras esto aceleraba, Néstor Kirchner se perfilaba como un referente opositor al gobierno radical.
Para fines del 2001 la pobreza había alcanzado el 54% y el desempleo llegaba al 25%. El ministro de economía, Domingo Cavallo, decretó un corralito financiero para salvar los bancos afectando a todos los sectores de la sociedad. Esto provocó que el presidente de la Rúa renunciara. Luego de esto surgió una sucesión de nombramientos y renuncias al cargo, conocida como la semana de los cinco presidentes. Eduardo Duhalde, finalmente asumiría al cargo el 2 de enero del 2002.
Duhalde ofreció la candidatura a varios líderes, entre ellos, al gobernador de la provincia de Buenos Aires Felipe Solá, al gobernador santafesino Carlos Reutemann, pero ambos rechazaron esta posibilidad. Finalmente terminó apoyando la candidatura de Kirchner.
Uno de los temas a resolver en su candidatura era quien iba a ser su compañero de fórmula, pero finalmente se decidieron por Daniel Scioli. La jefa de campaña fue su esposa, Cristina Fernández. Néstor arrancó su campaña electoral de manera desfavorable, las encuestas de intención de votos lo ubicaban detrás de varios candidatos, como Ricardo Lopez Murphy; y además, su figura era poco conocida a nivel nacional. Su imagen comenzó a crecer luego de crear un perfil en el que buscaba diferenciarse de las políticas del gobierno de Menem y del De la Rúa, priorizando la justicia, la educación, el trabajo, la salud y la igualdad. No fue insignificante mantener al ministro de economía de Duhalde, Roberto Lavagna, con una imagen positiva en la sociedad tras la crisis del 2001. Dos semanas antes de las elecciones, las encuestas daban un empate entre López Murphy y Kirchner.
En las Elecciones Presidenciales del 27 de abril del 2003, la fórmula Kirchner/Scioli del Frente para la Victoria obtuvo el 22,25% del total, siendo superado por la fórmula Menem/Romero de la Alianza Frente por la Lealtad que obtuvo el 24,45%. La elección debería definirse en segunda vuelta electoral entre ambas listas.
Fuera de esta segunda ronda quedaron Ricardo López Murphy (16,37%), Adolfo Rodríguez Saá (14,11%) y Elisa Carrió (14,05%). El candidato de la Unión Cívica Radical, Leopoldo Moreau, ocupó el sexto puesto con un 2,3% en la peor elección de la historia de su partido
Después de la primera ronda, Kirchner visitó al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y al de Chile, Ricardo Lagos Escobar, ante quienes ratificó sus intenciones de fortalecer el Mercosur, tal como lo había prometido en el Plan de Gobierno.
Ante unas encuestas que le eran muy desfavorables, Menem anunció, el 14 de mayo de 2003, su decisión de renunciar a su candidatura presidencial, lo que decidió la inmediata proclamación de Kirchner como presidente electo. Se señaló que la maniobra de Menem tuvo como propósito evitar una derrota abrupta, y al mismo tiempo condicionar a Kirchner, que accedió a la presidencia con el nivel de aprobación más bajo en la historia argentina. El 25 de mayo de 2003, Néstor Kirchner prestó ante el Congreso el juramento de ley para convertirse en el 51º presidente de la Nación Argentina. Su mandato duraría hasta el 2007.
En los meses siguientes buscó consenso con los partidos políticos opositores a nivel nacional. Entre las medidas de su gobierno se destacan: la reducción a la mitad en los niveles de pobreza, la indigencia y el desempleo, la renovación de la Corte Suprema de Justicia, los juicios por delitos de lesa humanidad, la recomposición de las relaciones con los países de Latinoamérica, el rechazo en conjunto con otros países de la región al ALCA y el pago total de la deuda externa al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Desde el principio del Gobierno de Néstor Kirchner, el papel del Estado en la economía era muy importante, esto se vio en la estatización de Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino, Astillero Río Santiago y la creación de ENARSA y de Agua y Saneamientos Argentinos (AySa).
Desde 2003 a 2007 el país registró una fase de crecimiento económico con tasas del PBI que se acercaban casi al 10%, la industria creció, el turismo creció, batiendo el récord de llegadas internacionales. Le dio importancia al ámbito escolar, universitario y tecnológico, donde la educación tenía que ser para cualquier persona en la sociedad. Aumentó un 709% el presupuesto del Conicet.
A nivel internacional, Kirchner formó parte de un grupo de mandatarios de varios países, junto con Lula (Brasil), Tabaré Vázquez (Uruguay), Evo Morales (Bolivia), Michelle Bachelet (Chile), Rafael Correa (Ecuador) y Hugo Chávez (Venezuela) quienes plantearon la posibilidad de establecer una coalición de países de la región que desarrolle políticas independientes de las potencias mundiales hegemónicas. En el año 2005, en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, la región rechazó la pretensión norteamericana de imponer el proyecto del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas). Hugo Chávez ha recordado en una entrevista el momento en el que el expresidente Kirchner se dirigió a George W. Bush, que estaba sentado en un rincón del salón de aquella cumbre marplatense. “No nos vengan aquí a patotear”, fue la frase del exmandatario argentino.
En las elecciones de 2009 obtuvo una banca en la Cámara de Diputados por la provincia de Buenos Aires. Ese año también fue elegido presidente del Partido Justicialista. Durante la primera presidencia de su esposa acompañó como legislador y referente político, a la vez que también fue elegido secretario general de la Unasur. Durante 2010 su salud se debilitó seriamente. En febrero de ese mismo año fue operado de la carótida y en septiembre fue sometido a una angioplastía donde se le colocó un stent. Sus médicos le recomendaron que cambiara su estilo de vida debido al estrés pero, luego de unas semanas de reposo, volvió a la actividad política. Falleció el 27 de octubre a los 60 años.
Marcelo Janin